La ley impide que el vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias pueda sentarse en la comisión del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) por sus vínculos con países como Irán, Venezuela, Bolivia y Ecuador. El líder de Podemos deberá someterse a un exhaustivo examen del CNI y rendir cuentas sobre su relación con gobiernos, personas o servicios de inteligencia de países fuera de la OTAN. Es un requisito clave impuesto por la Organización del Atlántico Norte. En caso de ocultar u omitir datos en esa declaración jurada, el CNI podrá negarle el acceso a la información.
Antes de tener acceso a ningún documento confidencial, Iglesias deberá cumplimentar un formulario de seguridad del CNI denominado ‘Declaración Personal de Seguridad’ (DPS-101). Y la pregunta más crítica para Pablo Iglesias se encuentra en el punto 6.3 de ese documento, donde pide al candidato que describa la «relación con personas de países que no sean miembros de OTAN/UE o con gobiernos/servicios de inteligencia extranjeros».
Este formulario es un requisito indispensable para cualquier persona que vaya a tener acceso a información clasificada como ‘confidencial’, ‘reservada’ o ‘secreta’, los tres principales niveles con los que opera el CNI. El documento consta de 8 páginas, en las que el interesado debe aportar sus datos personales, sus países de residencia durante los últimos 10 años, sus empleos, titulación y formación académica, estancias en el extranjero de más de tres meses, relaciones o trabajos con Gobiernos extranjeros.
Este último punto es el más sensible de todo el documento. Iglesias deberá enviar al CNI un escrito por correo electrónico en el que tendrá que dar cuenta, «con toda la información de forma detallada», de las relaciones que ha mantenido en el pasado con gobiernos y servicios de inteligencia extranjeros. No sólo es un requisito del CNI, sino también de la OTAN, ya que España recibe numerosa información de inteligencia procedente de socios de la Alianza Atlántica.
El documento establece claramente que «la falta de aportación de la información se podría interpretar como una ocultación y puede tener como consecuencia la denegación de la solicitud de HPS». El HPS es la ‘Habilitación Personal de Seguridad’, el documento final que entregan los servicios de inteligencia en caso de que la solicitud, tras su exhaustivo análisis, resulte positiva. Sin él, Iglesias no tendrá acceso a los secretos del CNI.
Los pagos de Venezuela
Por tanto, en dicho correo electrónico, el vicepresidente deberá explicar al CNI y a la Oficina Nacional de Seguridad (que es quien investiga al candidato y emite finalmente la habilitación) cuáles han sido sus vínculos con el régimen chavista de Venezuela. Si se ha reunido con personas relacionadas con ese Gobierno, si ha realizado trabajos para ellos o si le han ofrecido alguna vez dinero a cambio de favores o gestiones concretas. Cualquier conferencia, cualquier contacto telefónico. Todo.
Deberá dar cuenta también del episodio de las Islas Granadinas, el paraíso fiscal en el que una cuenta en el banco Euro Pacific a nombre de Iglesias recibió 272.325 dólares procedentes del régimen de Nicolás Maduro en un momento clave de la formación de Podemos. La que el vicepresidente ha sido condenado a pagar las costas cuando Pablo Iglesias ha llevado a este periódico y a su director, Eduardo Inda, ante los tribunales.
En su comunicación con el CNI Iglesias también deberá mencionar sus trabajos con la Fundación CEPS, de cuyo patronato formaban parte los principales fundadores de Podemos: Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Carolina Bescansa. El embrión de Podemos recibió por aquellos encargos 7,7 millones de euros, que sirvieron para financiar la puesta en marcha de la formación política.
Ecuador y Correa
Iglesias también tendrá que explicarle al CNI, siguiendo ese punto 6.3 de la ‘Declaración Personal de Seguridad’, cuáles fueron sus relaciones con el Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa y si ha realizado alguna gestión para ellos.
Por ejemplo, el vicepresidente debería explicar a los servicios de inteligencia su cena en un restaurante de la Gran Vía madrileña, en 2018, con Rafael Correa. Un reservado encuentro entre ambos, en el que Iglesias y Correa pactaron una ‘hoja de ruta’ para tratar de frenar la extradición a Quito de Pablo Romero Quezada, jefe de los servicios secretos ecuatorianos entre 2012 y 2014.
Romero Quezada es una figura controvertida tanto para Iglesias como para Correa. Para el primero, su extradición podría hacer aflorar datos sobre la financiación de su partido, mientras que para el segundo podría suponer que se destapen varios episodios de corrupción que afectan al ex presidente ecuatoriano.
Iglesias también está vinculado con el llamado Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), la organización surgida en Ecuador durante el mandato de Correa y que ahora está siendo investigada por el Tribunal Supremo de Venezuela. Un centro de pensamiento al que se investiga por pagos a Podemos y del que el actual vicepresidente fue profesor invitado.
La Bolivia de Evo
Al CNI también deberá remitir Iglesias información sobre sus relaciones con la Bolivia del ex presidente Evo Morales. Un Gobierno que apostó económicamente por Podemos antes incluso de su fundación. La financiación boliviana de Podemos está siendo investigada actualmente por la Fiscalía del país andino, que incluso ha mostrado su intención de citar a declarar al vicepresidente Iglesias.
En esa declaración tampoco podrá faltar, por ejemplo, la información referente a su visita -acompañado de la ministra Irene Montero– a La Paz para entrevistarse en persona con Evo Morales en noviembre de 2017.
Irán
Teherán ha sido un firme aliado de Iglesias desde años antes de la fundación de Podemos. El vicepresidente no ocultaba en público estos apoyos, incluso los defendía ante quien ponía en tela de juicio las contradicciones derivadas de estas relaciones entre un partido de extrema izquierda y un régimen teocrático en el que, por ejemplo, la homosexualidad está penada con la muerte.
«A los iraníes les interesa que se difunda en España un discurso de izquierdas porque afecta a sus adversarios. ¿Lo aprovechamos o no lo aprovechamos? Para mí quien haga política tiene que asumir cabalgar contradicciones», aseguró Iglesias en 2014 durante un acto de la Unión de Juventudes Comunistas de Aragón.
Iglesias deberá rendir cuentas por los años de trabajo para Hispan TV, una cadena de televisión fundada por Irán y financiada con dinero público en la que el ahora vicepresidente presentó el ya popular ‘Fort Apache’. De hecho, en ese formulario de la ‘Declaración Personal de Seguridad’ también se exige incluir todos los trabajos realizados para empresas extranjeras.