¿Cuánto dura el brik de leche una vez abierto? ¿Puedo comerme los yogures aunque el envase indique que están caducados? Seguramente todos nos hemos encontrado alguna vez ante este dilema, y hemos recibido el consejo de nuestras madres o abuelas de “déjalo que igual te sienta mal”.
Los alimentos son productos perecederos, especialmente aquellos que son frescos y que apenas han sido sometidos a un procesado que modifique su vida útil. Sin embargo, no todos son iguales, y su perfil de conservación es distinto. En función de su naturaleza o del proceso tecnológico aplicado existen muchos matices. Por ejemplo, la leche puede ser sometida a pasteurización o uperización. En el primer caso, se aplican temperaturas de entre 72-75 ºC durante 15-20 segundos, estas son las llamadas “leches frescas” que tienen una vida útil menor y deben conservarse en frío. En la leche uperizada o UHT, las temperaturas del tratamiento térmico son de hasta 150 ºC durante 2 segundos aproximadamente, estas son las “leches UHT”, que presentan una vida útil mayor y no necesitan conservación en frío (salvo cuando están abiertas). Lo mismo se aplica a los yogures, pudiendo encontrar yogures pasteurizados con una mayor vida útil1.
Desde un punto de vista de higiene y seguridad, es importante saber cuándo se puede comer un alimento y cuándo no. A continuación, os vamos a explicar cómo interpretar correctamente las indicaciones de consumo, para que seáis unos expertos y podáis abrir la nevera sin miedo.
¿Cuál es la fecha límite?
Hay que distinguir entre dos fechas, la de consumo preferente y la de caducidad, ya que ambas nos indican cosas distintas2.
Fecha de caducidad
Aparece en productos que se deterioran con rapidez, como algunos alimentos frescos. No debemos consumir estos productos después de la fecha indicada en el envase, ya que podrían ocasionarnos algún problema de salud. Y siempre deberemos seguir las recomendaciones de conservación que indica el producto.
Fecha de consumo preferente
Aparece en productos que normalmente tienen una vida útil más larga. En este caso, después de la fecha de consumo preferente podemos observar alteraciones o pérdidas en sus cualidades, como el aroma, textura u otras características. Al igual que antes, hay que respetar las condiciones de conservación. Según cómo los conservemos, notaremos mayores o menores pérdidas.
A su vez, podemos encontrar dos tipos de indicaciones2:
- «Consumir preferentemente antes del»: se indica el día, mes y eventualmente el año.
- «Consumir preferentemente antes del fin de»: se indica el mes y el año o únicamente el año.
Por otro lado, una vez abierto el producto se deben respetar las condiciones de conservación también mencionadas en el envase. Por ejemplo: “una vez abierto, conservar el envase cerrado en nevera y consumir antes de 3 días”.
Así, por ejemplo, la leche pasteurizada, que tiene una vida útil de varios días1, suele tener fecha de caducidad. Por el contrario, la leche UHT aguanta varios meses y tiene fecha de consumo preferente.
En el caso de los yogures, la mayoría indican la fecha de caducidad, excepto los pasteurizados después de la fermentación, en los que se indica la fecha de consumo preferente.
Importante…
Tener en cuenta estos dos conceptos, fijarse muy bien en la etiqueta de los productos y seguir las indicaciones de conservación y consumo que nos dan.
En caso de apreciar mal olor, sabor y aspecto diferentes a los habituales del producto, hay que ser prudentes y no consumirlo.
1 EUFIC. Milk and yoghurt (Infographic). [Internet]. 2018.
2 Reglamento (UE) nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor.