El secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, y los directores generales se reúnen con los representantes del sector para trasladarles las últimas novedades.
La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha incrementado en un 70 % la cuantía de las ayudas destinadas a potenciar la comercialización de la miel.
Concretamente, el presupuesto global previsto durante año para la mencionada finalidad asciende a un total de 2,2 millones de euros, mientras que el año pasado esa partida se situaba en 1,3 millones.
Los fondos de los que se nutre esta línea proceden tanto de la propia conselleria, como de la Unión Europea y del Ministerio de Agricultura, y el objetivo que persiguen es el de contribuir a la competitividad y la innovación de las firmas del sector, así como a la promoción de la calidad de la miel y la información a los consumidores sobre las múltiples cualidades beneficiosas para la salud de este producto
El secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, junto a los directores generales, Antonio Quintana, David Torres, y Maite Cháfer, han mantenido este martes una reunión con los representantes del sector apícola de las distintas organizaciones agrarias para exponerles las últimas novedades en la materia y conocer sus puntos de vista.
Llanes ha destacado el gran valor medioambiental «que aporta el sector apícola al conjunto de la sociedad, porque todos sabemos que las abejas, la polinización, desempeñan un papel fundamental para el desarrollo de la vida, pero tampoco podemos olvidar que se trata de una actividad económica que necesita ser rentable para garantizar su continuidad».
Recuperar las ayudas agroambientales
Además, durante el citado encuentro se informó a los representantes del sector acerca de la línea de trabajo que acaba de abrir la conselleria de Agricultura con la intención de recuperar y volver a poner en marcha las ayudas agroambientales en el marco de los futuros Programas de Desarrollo Rural (PDR).
Mediante este apoyo financiero se pretende, entre otras cosas, ordenar los asentamientos de colmenas a fin de favorecer el impacto beneficioso que tiene la apicultura sobre el medio ambiente».