La Comunidad Valenciana encara el cierre de la campaña de verano de prevención de incendios con el mejor dato del histórico

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Mientras regiones como Galicia cuentan por miles las hectáreas calcinadas, en la Comunidad Valenciana, al menos hasta el día de hoy, las cifras son alentadoras por ser de las más bajas de los últimos tiempos.

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica encara el cierre de la campaña de verano de prevención de incendios con 56 incendios forestales menos con respecto al año pasado, una cifra que se traduce en el mejor dato del histórico por segundo año consecutivo.

En lo que llevamos de año la Comunitat Valenciana ha registrado 169 incendios forestales, frente a los 225 del mismo periodo del año pasado. La cifra, hasta el momento, representa un 25% menos que en 2019 y un 36% inferior si lo comparamos con los datos de los últimos 10 años.

El director general de Prevención de Incendios, Diego Marín, ha hecho hincapié en el «trabajo continuo, 365 días al año» en materia de prevención, aunque sin olvidar que el verano es una época marcada por el alto riesgo existente.

«Por el momento, la estadística oficial de incendios de 2020 nos hace ser relativamente optimistas, ya que nos situamos por debajo de la media en esta época del año tanto en número de incendios como en superficie quemada», ha señalado, al tiempo que se ha mostrado prudente en el balance provisional.

Marín ha señalado el trabajo esencial de los cerca de 800 profesionales -entre técnicos, agentes medioambientales y personal del servicio de Vigilancia Preventiva- en la información y formación de los usuarios del terreno forestal, la planificación en la vigilancia y respuesta y la ordenación del territorio; un conjunto de factores que ha contribuido junto con la climatología a obtener las cifras expuestas.

Las dos líneas básicas para la planificación en materia de incendios forestales son, evitar la iniciación del incendio, y, en caso de que se produzca, minimizar los efectos de su propagación, actuando en aquellos elementos que favorecen que se reduzca la superficie afectada. Sobre estos dos principios se basan las acciones y estrategias que desarrolla el servicio de prevención de incendios forestales.

El director general, que ha defendido «no bajar la guardia y seguir trabajando en la senda de la progresiva reducción», ha desgranado algunas de las medidas que se han implantado en materia de prevención de incendios para hacer frente a la temporada estival como el «refuerzo con personal técnico de la Unidad Técnica 902 y del Sistema Integrado de Gestión de Incendios Forestales (SIGIF), ya que son pilares fundamentales de todo el operativo de prevención de incendios».

Se ha referido, además, a las 10 brigadas forestales que durante el mes de julio se encargaron de la gestión y eliminación de la biomasa procedente de trabajos forestales de prevención de incendios en zonas de seguridad de observatorios forestales, depósitos de agua, fajas auxiliares en pistas forestales de acceso a observatorios, depósitos, instalaciones recreativas o cualquier otra infraestructura de prevención de incendios.

Respecto a la vigilancia ha explicado que se ha aumentado el periodo de permanencia de más de una docena de observatorios forestales, además de incrementar las unidades de prevención a 66 con la incorporación de dos nuevas en Cortes de Arenoso y San Vicente de Cortes (Castelló) y añadir nuevas infraestructuras como el Observatorio de Desert de les Palmes y la profunda remodelación del situado en la Font Roja, «con el fin de mejorar las condiciones y la capacidad de visión del territorio».

Además se ha prolongado la permanencia de las unidades de trituración de biomasa con el fin de colaborar con los agricultores de los Parques Naturales de Irta, Desert de les Palmes, Espadà, Calderona, Font Roja y Mariola en una alternativa al fuego para eliminar los restos vegetales.

En cuanto a las actuaciones en materia de prevención de la propagación de un incendio forestal, se trabaja en la red de áreas cortafuegos, en el mantenimiento y conservación de depósitos de agua, y en el acondicionamiento y mejora de diversas infraestructuras de apoyo a la gestión, prevención y extinción de incendios forestales, como son la red de caminos y pistas forestales que permiten la vigilancia y detección de incendios, así como un rápido acceso a los medios terrestres.

En este sentido, se han destinado más de 4,9 millones de euros en obras de emergencia para la reparación y recuperación de los caminos y pistas forestales afectados por los violentos temporales de lluvia de septiembre 2019 y de enero 2020, con cargo a la Generalitat y al Ministerio de Agricultura.

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