¡Un portazo cauteloso que frena el debate nacional sobre transparencia en la criminalidad! El Ministerio del Interior, al mando de Fernando Grande-Marlaska, ha descartado «por el momento» publicar las nacionalidades de los detenidos en sus informes oficiales, argumentando que la medida genera «más inconvenientes que beneficios». Fuentes del departamento señalan que no contemplan esta posibilidad a corto plazo, pero mantendrán un ojo puesto en las experiencias piloto de Cataluña y el País Vasco, donde Mossos d’Esquadra y Ertzaintza ya incluyen estos datos para combatir bulos y estigmatizaciones. ¡En un pulso que divide a autonomías y al Gobierno central, el ministro opta por la prudencia ante riesgos de sesgo y polarización, mientras Zupiria en Euskadi defiende: «Es mejor decir las cosas como son, sin estigmatizar» –un eco que resuena en un país donde la extrema derecha aplaude y el Gobierno teme avivar fuegos!
El rechazo de Interior llega en un momento de máxima tensión, con el debate avivado por iniciativas autonómicas que buscan desmontar mitos sobre inmigración y delincuencia. En el País Vasco, el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, justificó la publicación como un «favor» a los 150.000 inmigrantes del territorio: «Es mejor decir las cosas como son, sin estigmatizar, que pelearnos con la extrema derecha. Estos datos también afinan el estado de la delincuencia en Euskadi». Datos de enero a septiembre muestran que los extranjeros representan el 64,2% de las detenciones (3.358 de 5.229), pero los españoles lideran las investigaciones (57% de 23.513). En Cataluña, la medida responde al auge de Aliança Catalana y su discurso xenófobo; el primer informe con desglose por nacionalidades saldrá a principios de 2026, resumiendo 2025. Josep Lluís Trapero, director de los Mossos, explica: «Veremos que muchos hurtos o robos son protagonizados por personas de origen extranjero, pero a nivel sexual o sobre corrupción son mayoritariamente españoles. Se tiene que ver el porqué. Tiene que ver con la condición social de la persona». La consejera Núria Parlon añade que ayudará a combatir «rumores falsos» sobre inmigración e inseguridad.
Interior, sin embargo, ve sombras donde otros ven claridad: la publicación podría interpretarse de forma sesgada, alimentando estigmas en un contexto de bulos y polarización. «No estamos seguros de que sirva para desestigmatizar», admiten fuentes ministeriales, optando por monitorear los impactos en Euskadi y Cataluña antes de dar pasos. Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu, criticó la iniciativa vasca: «No es un modelo que mejore a la Ertzaintza». Datos catalanes de 2024 (filtrados por ABC) muestran que marroquíes lideran detenciones (9.495, 20,2%), seguidos de argelinos (3.805, 8,1%), pero el 34,5% eran españoles. Reincidentes por delitos penales subieron a 285 en 2024 (de 262 en 2023), sin desglose nacional.
Esta cautela no es capricho; es un pulso por equilibrar transparencia y cohesión social en un país donde la inmigración genera debates candentes. ¿Cederá Interior ante presiones, o las autonomías liderarán el cambio? En Agencia6, el termómetro de la seguridad late con esta encrucijada: ¡datos que iluminan o que dividen? Sigue las publicaciones piloto en nuestras redes – porque en la criminalidad, la verdad no siempre desestigmatiza.
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