Illa gana las elecciones pero no podrá ser presidente de Cataluña

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La ley electoral de España, a la que se acoge Cataluña en su integridad, va a permitir por segunda vez consecutiva, que el vencedor en unos comicios no sea directamente quien dirija los designios del territorio que le ha votado. Salvador Illa y el PSC han vencido, pero su gozo quedará en el pozo de ver cómo otros se comen el pastel que uno ha elaborado.

Son cosas de la política española donde los jerifaltes en 45 años de democracia ni siquiera se han sentado a arreglar estos desaguisados. Ellos han vivido de maravilla, han sido los priviegiados de la sociedad española, y al final siempre se recoge lo que se cosecha.

En Cataluña estamos viendo triunfar a tipos que deberían estar en la cárcel por atacar al Estado de Derecho. En cambio, quienen lo han defendido han salido a pedrada limpia durante la campaña electoral

La noche ha dejado unos resultados que, sin ser sorpresivos, sí han dejado algunas lecturas que no podemos dejar pasar. La primera de ellas es el crecimiento del voto independentista, y si el pueblo así lo decide, hay que respetarlo de la misma forma que hay que hacerlo cuando votan en sentido opuesto, nos guste o no. Ello conducirá a que la unión de ERC, Junts y la CUP desbanque de la ilusión al socialista vencedor en las urnas.

¿Que no creen Ustedes que habrá pacto?. En política todo es posible, pero lo que tengo claro es que Illa no será presidente de la Generalitat de Cataluña. Sin no hubiera acuerdo, antes de dejar paso a un «constitucionalista de mentirijilla», habrán nuevas elecciones. Illa ha sido un colaborador de los separatistas, pero dejarle a él la vara de mando serían palabras mayores existiendo la posibilidad de un tripartito independentista. Y así será, ya lo verán.

Si Illa era tan buen ministro como nos vendieron, ¿por qué lo dejaron escapar desde Madrid en plena ola de la pandemia?. Y si Illa era tan mal ministro, ¿cómo ha sido posible que en ese caso haya vencido en unas elecciones?

Descartado pues que los socialistas presidan el gobierno catalán, nos queda saber qué va a suceder ahora con Vox liderando la oposición al independentismo en el Parlament. Falta verlo porque una cosa es predicar y otra dar trigo. A Ignacio Garriga ahora le llega el momento de torear con morlacos que han ofrecido corridas en las mejores plazas. Creo personalmente que tiene capacidad, pero las cosas no serán fáciles, y menos sin un respaldo de escaños desde Ciudadanos o el Partido Popular, que se han estampado literamente en las urnas este domingo 14 de febrero.

Pablo Casado se equivocó y se equivoca. Esta noche ha debido dar la cara, porque aquel político que sólo habla cuando las cosas van bien, es un un político que no sirve ni para taco de escopeta, y posiblemente algunas de ellas estén cargándose en Génova 13 para hacerle dimitir antes de tiempo. Valga la metáfora, como creo de justicia decir para finalizar que los resultados catalanes van a provocar una estampida en los «naranjitos» que busquen acomodo en otras formaciones antes de que Ciudadanos termine desapareciendo. Ello puede provocar mociones de censura allí donde esos votos son los mantenedores de gobiernos como los de Ayuso en Madrid o Moreno Bonilla en Andalucía. Ojo con la que se puede avecinar contra el PP a través de la caverna mediática de la izquierda.

De ahí que por los madriles, riberas del Segura y Guadalquivir sería conveniente ir pensando en adelantos autonómicos de sus correspondientes elecciones regionales.

Y como siempre se ha dicho, «hombre prevenido vale por dos».

Feliz lunes!!!!

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