La granada es la fruta del árbol punica granatum, de origen asiático. Los indicios señalan que hace 4.000 años ya se consumía esta fruta y que fueron los árabes los que la introdujeron en España, siendo estos los que la llevaron a América y los que realizan el 90% de su producción en Europa.
Actualmente la granada y especialmente el zumo de granada 100% natural, aparte de ser una gran ayuda para reducir la aterosclerosis hasta en un 25% de los casos, se está convirtiendo en un complemento muy aconsejable y beneficioso para los pacientes afectados por diferentes tipos de cáncer, sus beneficios están constatados y se está empezando a conocer a nivel mundial.
Ya son varios los estudios que demuestran los beneficios de esta fruta principalmente cultivada en el sureste Español. No existe una dosis mínima o máxima para consumir la granada pero la mayoría de los pacientes que han descubierto sus beneficios la consumen diariamente.
La punicalina, las punicalagina (alfa y beta) y el ácido elágico son algunos de los elementos que podemos encontrar en la granada, todos ellos antioxidantes, responsables de sus propiedades beneficiosas, ya que ayudan a reducir el “estrés oxidativo” tan presente en los procesos cancerosos.
Cualidades de la granada cultivada en tierras alicantinas
Esta fruta es muy rica en vitaminas A, C, D, E, K, B1, b2 y niacina, también en minerales como el potasio, fósforo, hierro, azufre, silicio cinc y calcio y tiene una alta capacidad antiinflamatoria y anticancerígena
Los beneficios de la granada son patentes tras el consumo de la fruta, ya que sus componentes son transformados por la flora intestinal y generan unas sustancias que son excelentes para prevenir y hacer frente al cáncer, entre ellos el de próstata.
El consumo de zumo de granada 100% natural, sin aditivos, sin azúcares añadidos, ni conservantes ayuda a frenar la progresión de este tipo de cáncer, ya que tiene altos contenidos de antioxidantes
Aparte del cáncer de próstata, la granada es muy beneficiosa para reducir el crecimiento de células cancerosas, especialmente en el caso de cáncer del pulmón y mama.
Son muchas las maneras de las que podemos consumir las granadas, la más común es extrayendo las semillas. Podemos cortar la fruta en dos y con varios golpes en la cáscara con una cuchara, conseguiremos sacar todas las semillas.
Otra manera más sencilla y menos engorrosa es tomando zumo de granada 100% natural, o hacer una ensalada de frutas con fresas, manzanas y kiwi.
Como has podido observar la granada es una fruta que debe estar en la dieta de toda persona que lucha contra el cáncer, pero también para aquellos que quieren prevenirlo.