Aunque la última serie de la saga Star Trek, Extraños y Nuevos Mundos (traducción literal de su título original “Strange New Worlds”), aún no está disponible en España, no puedo resistirme a dedicarle una breve crítica sin spoilers, tras quedar fascinado al ver sus tres primeros episodios.
Retorno a la USS Enterprise 1701
Hacía más de 17 años que una serie de Star Trek no tenía a una nave con el legendario nombre de Enterprise como telón de fondo, y el retorno a la original, es toda una declaración de intenciones.
Las últimas series de la saga, Discovery y Picard, habían tomado un extraño rumbo alejado de los episodios auto-conclusivos y el tono optimista que caracterizaba a la franquicia. Los cinematográficos efectos especiales que entregaban a cambio, no terminaron de encandilar a los fans, que pedían a gritos alejarse de personajes oscuros y torturados y regresar a las aventuras espaciales alegres y pulp, pero con moraleja y ciencia ficción de la dura.
Paramount parece que ha tomado buena nota y ha devuelto un producto que es todo lo que siempre ha sido Star Trek y mucho más. La serie se ambienta 10 años antes de las míticas aventuras del capitán Kirk (William Shatner) y la Enterprise original luce mejor que nunca. El rediseño que la adapta a los efectos actuales, conserva todo el encanto de la clásica maqueta de los 60 y le añade algunos detalles, como las nacelas en forma de V, extraídos con mucho gusto del rediseño que se hizo de la nave para las películas y que para muchos sigue siendo su representación más hermosa en la pantalla (al menos hasta ahora).
Los interiores tampoco se quedan atrás, y aunque se ven modernos y brillantes, no llegan a saturar con decorados plagiados de una Apple Store, como los vistos en las últimas películas dirigidas por JJ Abrams, y mantienen unos colores y efectos de sonido en consonancia con la nave de la serie original, consiguiendo que en ningún momento dudemos de que se trata de la Enterprise de siempre. Lo mismo cabe decir de uniformes y decorados, que al igual que todo en esta serie, son visualmente fantásticos a la vez que familiares.
Una tripulación a la altura
La nave insignia de la federación de planetas Unidos solo cuenta con lo mejor de lo mejor, y bajo el mando del carismático y encantador Capitan Pike (Anson Mount) se han reunido multitud de nuevos personajes y muchos de los clásicos.
La silla de capitán es ocupada por el propio Pike, que en la serie original solo apareció en el piloto nunca emitido (the cage), y en el inolvidable episodio “colección de fieras”, donde se revela su trágico destino, que ya planea en la nueva serie sobre el personaje. Extraños y nuevos mundos (en adelante y por abreviar EYNM) es, en gran medida, deudora del inmenso carisma del actor que lo interpreta, ya que su aparición casi a modo de cameo en Star Trek: Discovery fue lo que propició que los fans pidieran a gritos que le dieran la serie propia que se merecía.
Junto a él, como primer oficial de la Enterprise, le acompaña Una (Rebeca Romijn), y por supuesto algunos de los tripulantes que escoltaron a Kirk en su legendario viaje, como el mítico Spock, (Ethan Peck), el icono afro y técnico de comunicaciones Uhura (Celia Rose), o la enfermera Chapel, que aunque no nos hacen olvidar del todo a las encarnaciones originales que Leonard Nimoy o Michelle Nichols elevaron a tótems de la cultura pop, sí que hacen un buen trabajo y sobre todo, hacen gala de una química innegables.
Los nuevos personajes también prometen muchas sorpresas, especialmente la jefa de seguridad (Christina Chong), apellidada Noonien Singh, al igual que cierto villano de la franquicia.
Aventuras de siempre como nunca
El retorno al formato de aventuras espaciales semanales que ha caracterizado tanto a la Star Trek original como a La nueva Generación es muy de agradecer. Cada episodio es auto conclusivo y aunque se vislumbran temas que serán recurrentes a lo largo de la serie, en ningún momento son centrales ni cansinos.
El tono alegre y optimista también se recupera, sumado a una épica pocas veces vista en televisión, de la que destaco una banda sonora increíble, que no solo adapta temas clásicos, sino que llena de atmósfera cada fotograma o situación en la serie y unos efectos propios de una película, con una fotografía preciosista y lujosa.
Los contras
Tres capítulos no son suficientes para determinar el rumbo de una serie, ni para bien ni para mal, y mucho menos Sar Trek, cuya tradición dicta que las primeras temporadas siempre sean las más flojas, puesto que asientan el tono de la serie, pero EYNM marcha con muy buen rumbo, con pocas cosas que criticarle.
Tal vez la sombra de ciertos actores como Nimoy sea demasiado alargada y resulta difícil ver a Spock interpretado por alguien más y en cierto modo sucede lo mismo con Pike. Si bien su personaje nunca llegó a tener u desarrollo tan profundo en sus apariciones durante la serie original, Anson Mount le confiere un tono aventurero y guasón que en ocasiones recuerda demasiado al Kirk de Shatner, aunque sin caer en la chulería de sus posteriores encarnaciones cinematográficas.
Así mismo y aunque por los episodios que he visto, no tengo razones para pensarlo, me preocupa que la serie tome un rumbo progre o “Woke” como lo han hecho otras más recientes como Discovery, que le ha grajeado el odio de fans y crítica.
Rumores de la intención de representar como bisexual en el futuro de la serie al legendario y mujeriego capitán Kirk, con tal de plantar una bandera ideológica a costa de destruir a un icono cultural y de la masculinidad empañaría por completo el profundo y sincero homenaje al legado de Star Trek y de su creador Gene Roddemberry, que EYNM ha sido hasta ahora.
Star Trek siempre ha tenido un enfoque progresista (introdujo el debate racial en los 60, o la homosexualidad en los 90), pero nunca forzado a costa de su trama o destruyendo la esencia de personajes que representan a una época y en ocasiones a toda una generación.
El futuro, aquel país desconocido.
Hay razones para ser optimista. La serie ha sabido corregir el rumbo y los errores de sus predecesoras y abrazar la esencia de un viaje a las estrellas, que muchos echábamos de menos. Extraños y Nuevos Mundos es Star Trek, tal y como Roddenberry lo había imaginado para la televisión: tramas interesantes, aventuras a raudales y por primera vez, unos efectos especiales acordes a la historia que se narra.
El futuro de Star Trek nunca se vio más brillante y épico Quien les escribe ya está deseando regresar a la Enterprise para viajar con valentía a donde nadie ha llegado.