Agencia6 ha tenido la oportunidad de entrevistar a Gineta Pardo, también conocida como Black Genet, una joven escritora alicantina de novela juvenil-adulta que, por giros del destino, también se ha convertido en la sufrida protagonista de una de las polémicas más lamentables del panorama político actual.
En plena promoción de su primera novela, «El Brazalete del Último Vástago» (Editorial maLuma, S.L.), Gineta contesta a las cuestiones más candentes sobre su libro, su vida y, por qué no, sobre el lado oscuro de la política.
- Hola, Gineta. Gracias por concedernos esta entrevista. Antes de empezar con tu libro, hay mucho que decir sobre su autora. Para unos eres @BlackGenet, el nombre en redes de una controvertida amante y futura creadora de manga erótico (hentai), para otros, una agitadora de extrema derecha, invitada en canales de streamers como Una Alienada e Inocente Duke, entre muchos más, y, para el resto, una autora de la Comunidad Valenciana que solo quiere abrirse camino en el fascinante y, a la vez, difícil mundo del arte.¿Quién es Gineta Pardo?
Lo primero es lo primero, muchas gracias por haber contado conmigo para esta entrevista. Será un placer responder a vuestras preguntas. ¡Espero estar a la altura en las respuestas!
Mi nombre de persona física es Inca Gisbert (Inca, como la civilización precolombina), pero, en su día, quise firmar esta primera obra bajo el seudónimo de Gineta Pardo por mera protección. Mientras escribía esta novela, fui testigo de la cancelación casi diaria de autores y creadores de contenido en redes sociales, así que vi indispensable ocultarme tras un sobrenombre que me resguardara, al menos, de los ataques personales.
Con todo, cuando vi que la novela tuvo tan buena acogida entre mi modesto público y que el amor superaba con creces al odio, intuí que la gente empatizaría más conmigo y mi obra si me presentaba como persona y no como marca, así que no dudé en mostrar mi cara cada vez que un «streamer» tenía la bondad de invitarme a un directo para una entrevista interesante sobre el libro o para una charla relajada sobre nuestras vidas.
Para los curiosos, el nombre de Gineta está inspirado en el mismo mamífero carnívoro de la familia de los vivérridos. Un depredador que, según el reportaje que le dedicó en su día el bueno de Félix Rodríguez de la Fuente, es cauteloso como una víbora de Russel, letal como un leopardo y adorable como un gatito. Decidí agenciarme este animalito como marca personal porque me fascinaba, pero también por si tenía la suerte de que se me pegara alguna de sus características… Pobre ilusa.
En cuanto conseguí labrarme una comunidad de lectores y consumidores del contenido erótico-pornográfico por el que soy conocida en redes, vi que sería fructífero llegar también al público internacional, así que mis siguientes obras serán traducidas al inglés y, si la economía me lo permite, al japonés. De ahí que mi seudónimo actual sea Black Genet (Gineta Negra).
- Como diría Francisco Umbral, aquí hemos venido a hablar de tu libro. Estás embarcada en la promoción de la segunda edición de tu novela «El Brazalete del Último Vástago». Publicar una primera edición es complicadísimo, pero, lograr el éxito suficiente como para llegar a una segunda, lo es mucho más. ¿De qué trata tu novela y porqué crees que está funcionando tan bien en un mercado que, en muchos sentidos, está saturado tras tantas sagas como «Harry Potter», «Los juegos del hambre», «El corredor del laberinto», etc.?
Es gracioso que me hagáis esta pregunta porque yo misma me la planteé cuando mis editoras me dieron el visto bueno para sacar «El Brazalete del Último Vástago» al mercado. La historia de esta novela está basada en un pequeño cuento que elaboré hace 18 años para un trabajo del colegio y cuya trama giraba en torno a una temática que está más sobada que un misal viejo, los vampiros.
Si os hago una sinopsis de la obra, veréis que su paradigma es bastante sencillo: un quinceañero llamado Luc despierta una mañana con un extraño brazalete en la muñeca y, tras sufrir una serie de visiones que por poco lo llevan a la locura, descubre que se ha convertido en el portador de los huesos de una deidad ancestral, progenitora de todas las criaturas demoníacas que existen.
Como habréis notado, he omitido la palabra «vampiros» porque, aunque aparezcan en la obra, en su momento creí que la literatura vampírica estaba demasiado explotada en sagas como las que habéis mencionado y que el hastío provocaría el rechazo del público. Pero cuál fue mi sorpresa al ver que a mis lectores no solo no les importó reencontrarse con los chupasangres, sino que valoraron el modo tan original en el que mezcla fantasía oscura con el thriller criminal y el romance juvenil.
La moraleja que saqué de todo esto es que, por mucho que se busque un tipo de literatura o temática en específico, lo que la gente quiere es una buena historia que les emocione o simplemente les haga pasar un rato agradable.
- Algunos han creído, influidos por tu perfil en redes, que «El Brazalete del Último Vástago» es una novela erótica. ¿A quién va dirigido tu libro? ¿Dirías que está más cerca de la saga «Crepúsculo» o de «50 Sombras de Grey»?
Entiendo que pueda inducir a error el hecho de que lo primero que aparezca en mi biografía de Twitter e Instagram sea «Porn&Hentai». Pero es que inmediatamente después añado «Escribiendo y dibujando la saga basada en mi primera novela #ElBrazaleteDelÚltimoVástago», así que, lamentándolo mucho por los vagos que se niegan a seguir leyendo el enunciado y por quienes, al parecer, hicieron pellas el día que tocaba comprensión lectora en clase de Lengua y Literatura, no es mi culpa la libre interpretación que se le ha dado a esta frase.
De hecho, aproveché cada directo al que fui invitada para anunciar que esta primera novela pretende ser un tanteo del mercado y que, para no cerrarme el abanico, suavicé al máximo las escenas de tensión o violencia sexual hasta el punto de hacerla apta incluso para adolescentes de trece o catorce años. En resumidas cuentas, mi intención era llamar la atención de los adultos que leyeran esta novela para que se convirtieran en los futuros consumidores del contenido sexual sin censura que tendrá la continuación de la misma, así como de las obras que cree en adelante.
Respecto a la segunda cuestión, sin pretender ofender a S. Meyer ni a E. L. James, las autoras de los respectivos libros que habéis mencionado, «El Brazalete del Último Vástago» no cuenta con vampiros melancólicos que brillan bajo la luz del sol, ni hace alarde de un erotismo, más o menos explícito, encaminado a atraer a prepúberes con las hormonas alborotadas y a mujeres casadas que fantasean con una relación sexual más excitante que la pose del misionero que llevan practicando con su maromo desde hace cuarenta años.
Es cierto que la continuación de esta historia sigue la línea erótica de «50 Sombras de Grey», pero os aseguro que las escenas de sexo de esa saga son un paseo por el parque en comparación con las que van a salir en la mía… ¡Esto es café para los muy cafeteros, amigos!
- «El Brazalete del Último Vástago» forma parte de una saga ambientada en un universo mucho mayor. ¿Hacia dónde se dirige este mundo que estás creando?¿Crees que algún día veremos tus historias adaptadas a la pantalla?
No quiero revelar nada sobre la saga porque me conmueve enormemente cuando mis lectores me cuentan la sensación de sorpresa que experimentaron al leer mi obra por primera vez. Pero sí os contaré que, aunque no he hecho un «Worldbuilding» propiamente dicho, como J. R. R.Tolkien y su Tierra Media, he seguido un proceso similar y he construido un universo imaginario basado en el nuestro, cuyos elementos reconoceréis en su gran mayoría porque beben de las religiones abrahámicas, en concreto, del cristianismo y el judaísmo.
En cuanto a lo segundo, sería brutal que mi obra fuese llevada a la pantalla, pero, eso sí, no me la imagino en otro formato que no sea el animado. Antes de ponerme con esta novela, realicé un curso de guion cinematográfico porque quería escribir guiones de cómic y, curiosamente, muchos de mis lectores me han comentado que la historia se lee con la fluidez con la que se visualiza una película, dando la impresión de que, más que una novela, he escrito un «story board».
- Hay muchos chavales que disfrutan escribiendo tanto como leyendo. Tú has conseguido editar tu primera novela y vas camino de la segunda. ¿Qué consejo das a todos aquellos que quieran probar suerte publicando sus historias? ¿Se puede vivir de esto?
Dado mi corto recorrido en el mundo artístico, no creo ser la más indicada para expedir consejos sobre el mismo. Lo único que me atrevería a decirle con confianza a alguien que esté dudando en crear y mostrar su obra al mundo, ya sea un chaval o un adulto, es que, si la vida le permite tener los recursos económicos y el tiempo necesarios, tan solo tiene que añadirle disciplina y motivación, el resto fluirá de manera orgánica. Acudir a editoriales o auto-publicar ya es cosa de gustos o estrategias personales, pero, si el autor no es el que pone todo su esfuerzo y pasión por lo que le hace sentirse profesional y laboralmente realizado, nadie más lo hará por él.
- Es inevitable hablar de «El Brazalete del Último Vástago» sin mencionar la inmensa e inesperada polémica que ha despertado en redes. La abogada del estado y ex de Vox, Macarena Olona, se ha declarado fan de tu libro. ¿Os conocíais antes, o ha sido algo totalmente espontáneo?
No sé si esta buena mujer será fan de mi libro, pero, desde luego, la foto que se hizo posando con él y simulando que va a «devorarlo», ¡me mata de ternura y honor a partes iguales!
Hace años que dejé de recurrir a la televisión y la prensa digital para enterarme de cómo está el mundo y mi fuente actual de información son los canales de Youtube y Twitch. Fue gracias a que los «streamers» que sigo tratan temas políticos que supe de la existencia de Macarena Olona y he podido asistir a sus intervenciones incendiarias tanto en el Congreso de los Diputadoscomo en las tertulias a las que ha sido invitada, por no hablar del infame escrache, a mi parecer, estratégicamente perpetrado contra ella en la Universidad de Granada.
Mi máximo contacto con la política es tratar noticias en Twitter que veo que me afectan a nivel personal o a la sociedad en la que vivo. Aparte de eso, siento un nulo interés por los partidos políticos, menos aún por los diputados que los conforman. Sin embargo, Macarena era de las pocas políticas, por no decir la única, que, sin siquiera compartir todas sus opiniones, logró infundirme cierto respeto. Fue por eso que me sorprendió y agradó tanto que me siguiera en Twitter y, además, me contactara por privado para, muy amablemente, pedirme un ejemplar de mi novela porque, según me contó, le habían hablado de ella y sentía un interés genuino por leerla.
Desde entonces, tras el apoyo sincero que he recibido por su parte, puedo asegurar que esta persona no solo se ha ganado mi completo respeto, sino también mi más profunda admiración.
- Tristemente, en este país todo se politiza rápidamente. Macarena Olona ha sufrido un severo acoso en redes por su salida de Vox y parece que muchos de sus detractores han empezado a perseguirte a ti también, difamándote y utilizándote como ariete contra la exdiputada. ¿En qué te ha afectado? Teniendo en cuenta que tu único canal de promoción son las redes sociales,¿crees que la publicidad que te ha dado Olona ha sido positiva, o no compensa el hate? ¿Cómo lleva el ciberacoso alguien que no está acostumbrada a semejante exposición mediática?
Pues, sin rodeos, me ha afectado hasta el punto de tener que acudir de urgencia al centro de salud más cercano para que un médico me ayudara a detener la crisis de ansiedad que me estaba provocando la inconmensurable cantidad de odio que estaba recibiendo. Es la primera vez en mi vida que he necesitado ansiolíticos, pero ha sido gracias a ellos que he logrado hacer que mi cuerpo se estabilice y, por tanto, mi salud mental.
Como bien sabréis, vivimos en la era de la inmediatez y, ahora que han pasado unos días, la gente parece estar olvidándose de mí, quitando a los despistados de última hora que aprovechan para sumarse a los insultos que han visto en uno de los infinitos hilos que han dedicado exclusivamente a difamarnos a la exdiputada y a mí.
Por descontado, jamás se me ocurriría recriminarle nada de lo que me ha pasado a Macarena. Si esta mujer tiene la culpa de algo, es de haber estado a mi lado durante este suceso de pesadilla y haberme infundido todo su apoyo y cariño.
- Muchas de las críticas que estás recibiendo proceden de grupos ultracatólicos, que te critican por fomentar «el pecado», o de feministas radicales que te acusan de convertir a la mujer en un «objeto sexual». Al final suenan a excusas distintas para criticar una misma cosa, el derecho de cualquier mujer a expresarte y vivir su intimidad con libertad, lo que no deja de ser paradójico en un mundo en el que el porno está normalizado y «50 Sombras de Grey» es un éxito editorial. ¿Hemos retrocedido como sociedad hacia un puritanismo disfrazado de lucha social, o crees que es solo un fenómeno acotado a las redes?
Tal y como decís, son «excusas distintas para criticar una misma cosa» y, según mi parecer, esa cosa es el sexo.
Ya lo sospechaba antes de lanzarme de cabeza a la piscina del arte sexual para promocionar la continuación de mi saga, pero, después de lo que me ha pasado, las pocas dudas que podía albergar han sido borradas de un plumazo y he visto con claridad que el sexo ha sido, es y será tabú en cualquier sociedad. No hay distinción entre derecha e izquierda, arriba y abajo, centro y extremo, ideologías y religiones, hombres y mujeres… Al final, el sexo va ligado a las emociones y ¿cuál es la mayor herramienta de manipulación? Exacto, el control de las emociones.
Yo he expresado libremente mis gustos sexuales tanto en Twitter como en algunos de los directos a los que he sido invitada. Yo, mostrando mi cara y a sabiendas de que hay gente que me conoce, he hablado sobre las parafilias que disfruto y que quiero introducir en mis obras, junto con otras que están encaminadas a contentar los gustos sexuales de mis lectores.
No es casual que solo exista un reducido número de creadores de contenido que se atrevan a hacer esto, y es que a la gente se le ha inculcado que deben tener pánico a que se conozcan sus deseos y gustos sexuales, e incluso sus parafilias raras, porque esta información los convertirá en objeto de burlas, mofa y escarnio público.
Y aquí es donde entran las alimañas que tenemos por gobernantes, quienes no dudan en aprovecharse de ese miedo y se muestran como los salvadores que censuran y castigan al disidente que, en mi caso, osa desviarse de la «moral» preestablecida por la ideología o religión de turno y tiene la desfachatez de hablar sin tapujos sobre las relaciones afectivo-sexuales y las parafilias más inusuales. De este modo, se aseguranlos votos de quienes temen que sus emociones sean usadas en su contra, perpetuándose así en el poder.
- Ya estás trabajando en tu segundo libro. ¿Qué puedes adelantarnos? ¿Estás colaborando con alguien más en su desarrollo?
Como os he comentado, prefiero reservarme los detalles para que así el «shock» sea mayor para mis lectores, ya que esto se traduce en un mayor placer perverso para mí (*insertar risa malvada).
Actualmente estoy trabajando por mi cuenta, pero no descarto contratar a un dibujante profesional para que colaboremos juntos en las ilustraciones con las que quiero acompañar las escenas de sexo.
Agradecemos a Gineta estos minutos de su tiempo y esperamos tenerla de vuelta muy pronto para anunciar su próxima aventura. Estamos convencidos de que será un nuevo terremoto en las redes y sin duda, un placer para los sentidos… aunque tal vez no todos se atrevan a admitirlo en público.
Agradecida esto yo con vosotros por haberme concedido este espacio de expresión, tan necesario estos días en los que la censura brilla por su presencia y, la libertad, por su ausencia.
Booktrailer de «El Brazalete del Último Vástago». Canal de YouTube de Lord Dreuz.