¡Prepárate para un espectáculo cósmico que acelera el pulso de la humanidad! El cometa 3I/ATLAS, un intruso veloz procedente de las profundidades interestelares, está irrumpiendo en nuestro sistema solar como un mensajero del universo lejano, y la NASA acaba de soltar las claves de su periplo estelar que nos tiene a todos con la vista clavada en el firmamento. Descubierto en julio y ya rozando los límites de lo imaginable, este cometa no es solo una bola de hielo errante: es la tercera visita confirmada de otro rincón galáctico, un tesoro científico que promete revolucionar nuestra comprensión del cosmos. ¡Imagina: un fragmento helado de otro mundo, surcando nuestro patio trasero a velocidades de vértigo!
Todo arrancó el 1 de julio de 2025, cuando el telescopio ATLAS en Chile captó por primera vez su rastro fugaz, reportándolo al Centro de Planetas Menores. Con una órbita hiperbólica que grita «¡soy de fuera!», 3I/ATLAS entró en escena acelerando por la gravedad solar, pasando a solo 29 millones de kilómetros de Marte el 3 de octubre –tan cerca que la sonda ExoMars TGO de la ESA lo espió desde la órbita marciana, ¡diez veces más de cerca que desde la Tierra!–. La NASA, con su habitual precisión quirúrgica, detalla cómo su núcleo –ahora refinado por el Hubble a entre 0,32 y 5,6 km, probablemente menos de 1 km– libera gases y polvo al calentarse, formando una coma brillante que lo distingue de un simple asteroide. «Es activo, un cometa de pura esencia: roca, polvo y gases congelados de un sistema estelar ajeno», explican los expertos, mientras su velocidad alcanzó los 246.000 km/h en el perihelio, ¡bajando ahora al alejarse del Sol pero lista para huir a la misma furia con la que llegó!
¿Las fechas que no te puedes perder? Marca en rojo el 19 de diciembre de 2025: ese día, 3I/ATLAS rozará su punto más cercano a la Tierra, a 1,8 unidades astronómicas (unos 270 millones de kilómetros), ¡lo bastante para que los telescopios aficionados lo cacen en el cielo preauroral! Desde finales de octubre ya se deja ver con instrumentos modestos, y la fiesta visual durará hasta la primavera boreal de 2026. Luego, el 16 de marzo de 2026, bailará cerca de Júpiter a solo 0,36 UA, antes de despedirse para siempre en 2026, escapando al vacío interestelar. La NASA lo pinta claro: «Podrá verse antes del amanecer con un pequeño telescopio hasta la primavera de 2026», y añade que su velocidad decrece por la atracción solar, pero al partir, ¡volverá a su galope original de 221.000 km/h!
Lo que hace a 3I/ATLAS un fenómeno alucinante no es solo su castañeteo hiperbólico –que lo separa de cometas periódicos como el Halley–, sino su estatus de tercer objeto interestelar conocido, tras ‘Oumuamua y Borisov. Es el más rápido avistado desde la Tierra, un laboratorio volador para desentrañar la composición de mundos lejanos. La ESA ya afila garras con su misión Comet Interceptor para cazar similares, y observaciones de la sonda china Tianwen-1 desde Marte suman datos que tienen a los astrónomos en éxtasis. ¿Riesgos? ¡Ni uno! Nada de colisiones; su ruta lo aleja seguro del planeta azul, confirmando la NASA: «No se precipitará contra la Tierra, ahora se distancia del Sol sin dramas».
Este cometa no es solo luz en el cielo: es un recordatorio electrizante de que el universo conspira para sorprendernos, trayendo pedazos de lo desconocido a nuestro umbral. En Agencia6, contamos los segundos para las primeras fotos nítidas y análisis que podrían reescribir libros de texto. ¡Apunta tu mirada al alba, aficionado o experto, y únete a la caza estelar que nos une a todos bajo las estrellas!
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