El plan oculto de Macarena Olona acabaría con Vox y daría el gobierno a Feijoo

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Este medio ya informó en artículos anteriores sobre la soterrada hoja de ruta con la que trabajaba Macarena Olona tras su salida de Vox, que pasaba por contactar con otros políticos díscolos como Cayetana Álvarez de Toledo o Rosa Díez, de cara a organizar su propia formación utilizando las municipales como termómetro. La ex diputada alicantina no se ha desviado ni un ápice del camino revelado en primicia por Agencia6 y que casi 20 días después, llena los titulares de otros medios, sin embargo estos solo son los primeros pasos de un plan mucho, muchísimo más ambicioso.

Fin del camino

El diputado de Vox Ivan Espinosa de los Monteros salió en rueda de prensa el pasado miércoles para tratar de parar en seco la sangría que las ambiguas declaraciones de Olona estában suponiendo para la formación verde. Con la inequívoca frase «Hasta aquí. Este es el final del camino«, respondía a Olona, que desde días antes insistía en hablar con Abascal para «caminar juntos«.

Algunos lo han interpretado como un duro carpetazo a las aspiraciones de retornar a Vox que escondía la abogada del estado, otros, solo han visto la excusa perfecta para que esta continúe su andadura mediante una nueva formación política sin ser ya tachada de desleal con Vox. Las voces más osadas aseguraban incluso, que las nuevas siglas se presentarían en Octubre.

Ha sido la propia Olona la que ha puesto fin a las especulaciones a través de su Twitter, en el que ha publicado un mensaje aparentemente claro: «No hay espacio hoy para un nuevo partido político. Sólo serviría para fragmentar más el tablero político».

Un punto…y seguido

Como dicen los americanos, el Diablo esta en los detalles y las intervenciones de Olona suelen estar cargadas de dobles sentidos y frases confusas, muy abiertas a la interpretación. Si bien el tweet de la abogada parecía cerrar cualquier posibilidad de un nuevo partido, el artículo de El Independiente al que enlazaba y daba respuesta, completaba la información con su explícito titular «Tras las municipales, diré si doy un paso al frente».

Como ya informaos, Olona espera que sea Javier Ortega Smith quien de la puntilla a Vox con la elaboración de unas listas municipales que a buen seguro terminarán de hundir las siglas de Abascal, dejándolas gravemente heridas de cara a las inminentes generales de 2023 o 2024.

Solo se queda Vox

Si la previsión con la que trabajan los de Olona se cumple, Vox se sumiría en todas las provincias en una crisis similar a la desencadenada por el batacazo andaluz, aunque mucho más grave y profunda, puesto que al no poder culpar ya a un candidato concreto de los malos resultados, quedaría en entredicho el futuro del partido y el liderazgo del propio Santiago Abascal.

Olona trataría entonces, mediante una nueva formación, de canalizar todo el descontento de las bases verdes de cara a las generales, fagocitando, según informa el Español, a uno de cada tres votantes de Vox, asumiendo además, que muchos volverían a entregar su voto al PP motivados por el desencanto de las municipales y el efecto del voto útil, fortaleciendo la mayoría azul y sentenciando definitivamente a los de Abascal.

Aliados del PP

«Es tiempo de menos testosterona y más sentido de Estado. Porque los españoles nos demandan unidad» concluía el tweet Macarena Olona. Esta frase, muy criticada por sus seguidores por su centralidad, alejada de los postulados habituales de Vox, está en línea con otras muchas que la alicantina ha ido dejando caer a lo largo de sus intervenciones post-Vox en las que la unidad y la moderación han cobrado un peso muy relevante.

«España solo volverá a encontrarse a sí misma desde la unidad» afirmaba en otro tweet, mientras que en la entrevista concedida al diario ABC afirmaba «un partido no puede ser excluyente para ser alternativa» y emplazaba a una de sus conferencias «para hablar de los derechos de todos los españoles. Que caminan España con ambos pies, el derecho y el izquierdo. Porque así es como se avanza.» en clara alusión a posiciones a la izquierda, o al menos, más centradas.

Este movimiento de posturas hacia el centro perseguiría conformar un partido más liberal que conservador, bajo el que aglutinar cómodamente a antiguos militantes tanto de Vox como del PP y Cs, pero sobre todo, de ofrecer a Feijoo un aliado alternativo a Vox con el que pactar en el previsible caso de no alcanzar mayoría absoluta, sin ser identificado con la extrema derecha.

Epilogo

Aunque el plan de Olona pueda ser una dulce venganza hacia la cúpula de Vox, no deja de ser un vehículo para salvarse a sí misma y a otros que como ella, se resisten a dejar la política como forma de vida.

El previsible futuro de la nueva formación en el medio plazo será su integración en el PP reunificando las derechas, por lo que todos aquellos afiliados de Vox que buscaban una réplica seria al partido que Abascal y los suyos han reducido a una parodia de la España cañí seguirán huérfanos y muy probablemente, decepcionados con el destino que la abogada del estado ya ha diseñado, sin incluir en modo alguno a las maltratadas bases verdes.

Santiago Abascal, ejerciendo como presidente de la Fundación Disenso

Por su parte, el trauma para Vox solo será moral, ya que la fundación Disenso se prepara desde hace un tiempo para acoger como balsa de rescate a la pírrica cúpula de Vox ante el inevitable hundimiento y desaparición de los verdes, permitiéndoles vivir muchos años más de un nuevo y lucrativo chiringuito que, envuelto en la bandera de España, siga exprimiendo el bolsillo de los contribuyentes. Olona solo ha acelerado sus planes.

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