La nueva estrategia de inmunoterapia se basa en obtener linfocitos capaces de atacar a los tumores sólidos . El objetivo es obtener las células TIL del tumor, hacerlos proliferar en un laboratorio y después volver a inyectarlos en el paciente
El Hospital General de Valencia ha aplicado una nueva estrategia de inmunoterapia contra el cáncer a dos pacientes de melanoma en los que habían fallado todo tipo de tratamientos.
Este procedimiento experimental es lo más avanzado en inmunoterapia y se ha aplicado dentro de un ensayo clínico. De hecho, el General de Valencia es el único centro en la Comunitat Valenciana que lo ha realizado y lo está desarrollando, de momento, para pacientes con melanomas.
La inmunoterapia se ha configurado los últimos años como la gran herramienta para el tratamiento del cáncer. Sin embargo, no tiene resultados eficaces en todos los pacientes. Esta limitación se atribuye a que no todos los tumores activan por igual el sistema inmunitario.
Tal y como ha explicado el jefe de sección del servicio de Oncología Médica e investigador principal de este ensayo, Alfonso Berrocal, «hasta ahora hemos utilizado como fármacos diferentes reguladores del sistema inmunitario para re-estimular la respuesta del sistema inmune hacia la neoplasia. Sin embargo, este abordaje requiere que se hubiera desarrollado una respuesta inmunológica previa y se hubiera inhibido por el tumor. El siguiente paso en investigación es la terapia celular adoptiva. En ella, linfocitos del paciente se modifican de alguna forma para que reconozcan al tumor y lo destruyan».
En los tumores hematológicos, que son los que se originan de células sanguíneas -como las leucemias o los linfomas- se expresan proteínas en la superficie de las células tumorales que pueden ser reconocidas por anticuerpos. Esto ha dado lugar al desarrollo de una terapia celular denominada CAR-T en la que los linfocitos del paciente son modificados genéticamente para que a través de un anticuerpo como receptor reconozcan a las células del tumor. Esta terapia ha sido exitosa y está disponible en el hospital La Fe y el hospital Clínico de València para este tipo de tumores.
Por el contrario, en los tumores sólidos la presencia de estas proteínas en la superficie celular es infrecuente, lo que limita la posibilidad de desarrollar una terapia como las CART-Ten este tipo de tumores. Las modificaciones que hay que hacer en un linfocito para que reconozca un tumor solido son mucho más complejas, por lo que se han buscado otras formas de realizar la terapia celular adoptiva.
El Servicio de Oncología Médica del Hospital General de València abrió en 2019 un ensayo clínico para tratar melanomas con este tipo de tratamiento. Según Berrocal, «la nueva estrategia de inmunoterapia que estamos aplicando se basa precisamente en obtener linfocitos capaces de atacar a estos tumores sólidos. Estos linfocitos existen en el interior de los propios tumores en cantidades muy bajas y se les llama células TIL (linfocito infiltrante de tumor)».
El objetivo es obtener las células TIL del tumor, hacerlos proliferar en un laboratorio y después volver a inyectarlos en el paciente. Esto es lo que se llama un autotrasplante de linfocitos infiltrante de tumores.
«El tipo de tratamiento es muy complejo porque requiere operar al paciente, extraer un fragmento de su tumor, cultivar los linfocitos en un laboratorio, expandirlos mediante factores de crecimiento y, cuando conseguimos millones de linfocitos, hacerle un trasplante de sus propios linfocitos», ha añadido Berrocal.
De este modo, se inyectan 100.000 millones de linfocitos a cada paciente en una única sesión de tratamiento.
El jefe del servicio de Oncología Médica, Carlos Camps, ha detallado que «de momento, este procedimiento se está llevando a cabo dentro de un ensayo clínico y para pacientes que reúnen unas característica muy determinadas. Los linfocitos TIL se envían al único centro donde se están produciendo para ensayos, que está en Estados Unidos».
Así, las biopsias en vivo del paciente viajan hasta este centro de Estados Unidos para que se prepare la proliferación de estos linfocitos extraídos del tumor, los devuelvan ultracongelados y se vuelvan a inyectar al paciente.
El procedimiento es complejo, puesto que requiere un ingreso del paciente para aplicarle esta terapia, que conlleva quimioterapia linfodeplectiva, estimulación de los linfocitos con interleukina en la Unidad de Cuidados Intensivos y, posteriormente, un control en sala de Oncología Médica.
Debido a esta complejidad, requiere un trabajo multidisciplinar en el que se han implicado profesionales de hasta diez servicios del Hospital General de Valencia.