El grupo parlamentario de Vox en la Región de Murcia tumbó ayer la investidura del candidato popular,Fernando López Miras, y dinamitó un gobierno bicolor de PP y Ciudadanos (Cs)

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El «no» al popular Fernando López Miras contrastó con el tono empleado en la tribuna, que indica que habrá un segundo intento para su investidura

El grupo parlamentario de Vox en la Región de Murcia tumbó ayer la investidura del candidato popular,Fernando López Miras, y dinamitó un gobierno bicolor de PP y Ciudadanos (Cs), que pretendía reeditar la vía andaluza dejando a Vox fuera de un acuerdo a tres. Lo que ayer ocurrió en la Asamblea regional fue una durísima advertencia al PP y Cs y tendrá repercusiones directas la semana que viene en el pleno de investidura de la Comunidad de Madrid, por el momento sin candidato.

Durante la segunda votación en la Asamblea murciana, donde solo se necesitaba mayoría simple, la abstención de los cuatro diputados de Vox habría servido para que los veintidós votos a favor de PP y Cs sumaran más que los diecinueve en contra de PSOE y Podemos y permitieran el nombramiento de López Miras. Pero Vox mantuvo su rotundo veto después de romper la negociación tras denunciar un trato torticero por parte del partido liderado por Albert Rivera.

El diputado de Vox Juan José Liarte reveló durante su intervención que el grupo parlamentario murciano de Cs dio «una lección de madurez», pero culpó a su dirección nacional de ser el «obstáculo» por estar subyugados a las órdenes del presidente francés, Emmanuel Macron. «Mi teléfono sigue encendido», deslizó Liarte minutos antes de votar, pero no hubo ninguna llamada que cambiara el rumbo.

La intervención de Liarte llegó tras la de López Miras, que defendió un «buen acuerdo» con Cs y su disposición «a hablar con todos los que coinciden» con su proyecto. Y «con humildad, convicción y fortaleza», el candidato se dirigió a Vox para admitir que todo depende de ellos: «Les necesito». « Sé que esta petición que les hago necesita generosidad, cesiones y esfuerzos. Lo sé. No les estoy pidiendo un cheque en blanco. A cambio les ofrezco respeto».

Cs, pieza esencial en el engranaje del gobierno que se votaba ayer, recordó a Vox que aún estaban «a tiempo» de impulsar «medidas liberales desde las instituciones» murcianas. La portavoz naranja, Isabel Franco, se lamentó de que «el egoísmo» se abriera paso «en la política regional». No obstante, y a pesar del rechazo a la investidura de López Miras, el tono empleado en la tribuna por los representantes de PP, Cs y Vox dio pistas de que más pronto que tarde habrá un gobierno de centro-derecha en la Región. Al otro lado estaban PSOE y Podemos. Los socialistas criticaron la «falta de liderazgo» de un candidato que «perdió las elecciones», mientras que la formación morada acusó a Cs de poner Murcia «a los pies del caballo de Abascal».

A primera hora de la mañana, a las 9.30 horas, se sentaron en la misma mesa -y por primera vez- representantes del PP, Cs y Vox para desbloquear la negociación del ejecutivo autonómico y para evitar que la izquierda gobierne. Las sensaciones eran «buenas» y el diálogo «cordial». No se esperaba que a cinco horas de arrancar la segunda vuelta en la investidura los representantes de Vox se levantasen molestos con los liberales y paralizasen la negociación ante lo que les pareció «una tomadura de pelo» y «una falta de respeto».

El café de la discordia

El portavoz murciano de Vox, Luis Gestoso, relató ayer a Agencia6 cómo, según su versión -Cs niega que un pacto a tres se pusiese sobre la mesa-, los tres partidos estaban trabajando en un documento programático cuando se enteraron de que el diputado nacional de Cs Juan Carlos Girauta expresó ante los medios que la reunión a tres bandas sería para tomarse un «café». «Lea mis labios: Cs no negocia acuerdos programáticos con Vox», incidió.

Sus declaraciones encresparon a los dirigentes de Vox y provocaron que tumbaran por primera vez un gobierno regional de centro-derecha. Sin embargo, según explicó Gestoso a este diario, desde Vox sí que mantienen canales abiertos y están dispuestos desde hoy a volver a intentarlo más adelante. La misma postura trasladan desde Cs. A pesar de que los liberales tienen la posibilidad de explorar un acuerdo con el PSOE, con quien alcanzan la mayoría absoluta, desde Cs afirman que buscarán «más intentonas» con el PP antes de plantearse otras opciones.

El secretario general de Cs, José Manuel Villegas, en su día dijo que no habría «mesas a tres» entre PP, Cs y Vox para «negociar» ejecutivos, y el matiz para defender que no han incumplido esta premisa es que «no se negoció nada». Según explicó Miguel Garaulet, diputado nacional de Cs por Murcia y negociador del partido en la Región, se limitaron a comparar los acuerdos suscritos por el PP con Cs y con Vox y a «explicarles» el contenido, «punto a punto», de las 72 iniciativas comprometidas entre populares y liberales.

Desde Cs, después de constatar que «el 80-85 por ciento» de las propuestas de Vox coincidían con las suyas, expresaron su estupefacción ante la decisión de Vox de levantarse de la mesa y votar no a López Miras. Aun así, en Cs siguen descartando firmar un documento a tres y cambiar «ni una coma» de su pacto con los populares.

En el PP son optimistas y aseguraron a Agencia6 que lo ocurrido ayer en Murcia fue «un paso más» de lo que se vivió en Andalucía porque, finalmente, Vox y Cs se sentaron en la misma mesa.

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