La enfermedad avanza lentamente como en su día lo hicieron otras que matan a diario en la actualidad a miles de personas en el mundo. La descoordinación a nivel mundial entre las autoridades sanitarias es manifiesta por la variedad de medidas que se van tomando en los cinco continentes
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha informado este domingo de que se ha detectado el primer caso de coronavirus o COVID-19 en este estado, una mujer que había estado en Irán y cuyo estado no reviste gravedad.
“Esta noche nos enteramos del primer caso positivo de coronavirus en el estado de Nueva York. La paciente, una mujer de más de treinta años, contrajo el virus mientras viajaba al extranjero en Irán, y actualmente está aislada en su hogar. La paciente tiene síntomas respiratorios, pero no está en estado grave y ha estado en una situación controlada desde su llegada a Nueva York”, dijo Cuomo en un comunicado.
Cuomo ha manifestado que esta situación no es una sorpresa porque era de esperar que sucediese tarde o temprano y recordó que la semana pasada solicitó a la Asamblea estatal que aprobara una autorización de gestión de emergencias de 40 millones de dólares para enfrentar la situación .
“No hay razón para una ansiedad indebida: el riesgo general sigue siendo bajo en Nueva York. Estamos manejando diligentemente esta situación y continuaremos brindando información a medida que esté disponible”, dijo Coumo.
Precisamente este domingo, el Departamento de Salud del cercano Estado de Rhode Island informó de su primer caso de coronavirus en la región, que ha sido confirmado por las autoridades locales y que está pendiente de ratificación por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC).
Según las autoridades locales, el infectado de Rhode Island, que tiene alrededor de 40 años, viajó a Italia a mediados de febrero, y está siendo tratado en un hospital de la zona.
Los casos de Rhode Island y Nueva York se unen a otra confirmación este sábado en el estado de Illinois, lo que supone el tercero de esa región.
Esta misma mañana, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha resaltado que la posible propagación del virus a países con sistemas de salud más débiles es una de las «mayores preocupaciones» del organismo. «Estos fondos ayudarán a estos países a prepararse para detectar y aislar los casos, proteger a sus trabajadores de la salud y tratar a los pacientes con dignidad y atención adecuada. Esto nos ayudará a salvar vidas y a hacer retroceder el virus», ha manifestado en una comparecencia de prensa.