SIGNALIS es una experiencia clásica de terror y supervivencia con una estética única, llena de misterio melancólico. Investiga un oscuro secreto, resuelve acertijos, lucha contra criaturas de pesadilla y navega por mundos retrotecnológicos distópicos y surrealistas como Elster, una técnica Replika que busca sus sueños perdidos.
Después de que su nave se estrellara en un remoto planeta cubierto de nieve, la Replika Elster está buscando a su tripulante desaparecido. En su búsqueda, deambula por las ruinas de un campo de trabajo subterráneo aparentemente abandonado, visiones surrealistas de horror cósmico y recuerdos de un pasado que no es el suyo. A medida que las líneas entre la realidad y el sueño se desdibujan, Elster tiene que aventurarse en las profundidades de la superficie del planeta para saber qué le sucedió y por qué, pero misteriosas señales de radio codificadas y una Replika con oscuras intenciones no son los únicos obstáculos que tiene que superar. por el camino.
Inspirado en clásicos del género como Silent Hill y Resident Evil, SIGNALIS es una carta de amor a la era dorada del survival horror. El elemento central del juego es su estado de ánimo inquietante y su historia de múltiples capas. Para avanzar en el juego, el jugador debe resolver varios acertijos descifrando códigos, usando señales de radio o combinando objetos. El combate es solo el último recurso, ya que las municiones son escasas y los enemigos no son fáciles de derrotar, por lo que los jugadores deben elegir cuidadosamente cuándo pelear y cuándo correr.
Características
- Juego clásico de terror de supervivencia.
- Impresionante estética de anime pixel-art.
- Terror psicológico surrealista de ritmo lento con una atmósfera densa.
- Única versión de ciencia ficción retro-tecnológica de la guerra fría euroasiática del horror cósmico.
- Pantallas de eventos y rompecabezas en primera persona altamente detalladas.
- Exploración y combate de arriba hacia abajo.
- Historia de múltiples capas que entrelaza el conflicto personal y el horror cósmico.
