Siempre lo hemos dicho, Villajoyosa merece un alcalde mejor que el votado por sus vecinos. El siniestro Andreu Verdú ha demostrado y certificado nuestras constantes críticas al comparecer como primera autoridad en las Fiestas de la Ermita este fin de semana, junto a otras autoridades del PSOE, vestido con camisetas rojas donde destacaba de forma visible la hoz y el martillo comunista. Ese gesto, incomprensible en una autoridad de todos los vileros, ha generado una fuerte polémica que ha encendido las redes sociales en la capital española del chocolate.
Estos gestos, reprochables e indignantes, delatan a un político mediocre que llegó a coger la vara de mando de rebote, de carambola, y con el apoyo de otro menesteroso como es «el repeló», otro a quien estos días le acusan desde el PP de La Vila de haber querido pagar su campaña electoral con fondos públicos. Dios los cría y ellos se juntan, como dice el sabio refranero español.
Verdú y su colla han recibido fuertes críticas desde el seno socialista, especialmente los jóvenes, quienes desde el respeto a todas las ideologías políticas, han reprimido a la primera autoridad local su infantilismo y mal gusto en el gesto que tuvo en unas fiestas patronales, como son las que se han celebrado estos días en el emblemático Barrio de la Ermita.
La polémica está servida, y conociendo a algunos socialistas vileros, como es el caso del ex alcalde Gaspar Lloret, este suceso no quedará en el olvido, y alguien terminará pagando su factura, empezando desde dentro del propio PSOE. La gente, en la calle, está que trina con su alcalde, y motivos no faltan para ello.