Este 30 de julio pasará a los registros de los sismógrafos de España como uno de los más concurridos en la contabilidad de movimientos sísmicos en las Islas Canarias, donde hasta un total de dieciséis terremotos han llegado a notarse por parte de la población.
Todos los movimientos han tenido una potencia de entre 1.2 grados en la escala de richter el más débil de los registrados, hasta el de 3.2 grados registrado en la profundidad de las aguas del Océano Atlántico, al norte del archipiélago.
Según el Instituto Nacional de Sismología, y si nos fijamos en el mapa que diariamente se emite con la frecuencia y puntos de los epicentros, en este jueves 30 de julio destaca la acumulación de seísmos registrados en las islas occidentales, y especialmente al sur de La Palma, donde como puede contemplarse, buena parte del cómputo global se ha producido en esta isla, una de las más bellas del mundo.
Pese a la intensidad, frecuencia y concentración geográfica de los movimientos, todo entra dentro de una normalidad, dado el origen volcánico de las islas afortunadas. Según los expertos, sólo una continuidad e incremento de la intensidad sería motivo de preocupación o alerta ante el posible despertar de alguno de los muchos volcanes existentes en las siete Islas Canarias, entre ellos, el Teide, cuya última erupción tuvo lugar en noviembre de 1909.