OPINIÓN
¿Y qué tiro? Una vez más el dinero de los contribuyentes ¡papá es rico!… como dice el refrán «Padres ahorradores, hijos derrochadores», si ya lo decía Machineet de la Caña: “Aprender a sumar y sabréis multiplicar”, principio económico que trata de aplicar la UTE Orthem/Emurel presentó el 31 de agosto pasado, el proyecto modificado nº 1, incremento de precios originado durante su retraso en la finalización de las obras por los efectos de la pandemia y los colaterales del incremento del precio del acero y de los componentes electrónicos que no pueden servirse debido al atasco de los contenedores en los muelles portuarios. Total nada, un pequeño incremento de 2.1125.000 € que como no supera el 20 % del total presupuestado (11.498.000 €), no necesita de nueva licitación.
Al parecer la obra que resta por ejecutar se refiere principalmente a los esperados tecnohito y tecnoparada de Benidorm, ambos acerados, la pavimentación, el telecontrol y la fuentecita no están acerados sino atrasados… pero si tenemos en cuenta que los elementos acerados (tecnoparada y tecnohito) no están fabricados directamente por la UTE, sino que son subcontratados, que estaba prevista su terminación en marzo de 2021 =hace siete meses= que el acero a utilizar (antes de diciembre de 2020) tenía otro precio al igual que los componentes electrónicos contenedorizados, ¿hay que pagarlos al precio de octubre de 2021? ¿han obviado los incrementos en el precio de carburantes, transporte, electricidad, del gas? ¿los nuevos precios del pan, de la leche, del aceite de oliva, del futuro peaje en autopistas, están repercutidos? ¿habrá un nuevo proyecto modificado que retrasará la obra?…
Si no me falla la memoria creo recordar que hace unos meses ya se trató este tema en un Pleno, en el que el costo del tecnohito se modificó al alza en unos dos millones de euros… el tema da de si como para seguir con la escalada de precios. Es de esperar que tanto el tecnohito como la tecnoparada no terminen tras su inauguración como el géisser del Castillo, sin novia y sin boda.
Se dice, se comenta, que los ciudadanos de Benidorm estamos en una ciudad inteligente. Nada se comenta o dice sobre la inteligencia de sus ciudadanos censados, ¿son consecuentes con la ciudad en la que viven? ¿son igualmente avispados, agudos, astutos, listos, en una palabra inteligentes?
La respuesta queda aparcada por el momento hasta… hasta las próximas votaciones municipales. Será el momento decuado para valorar su inteligencia o su nivel de aborregamiento político, restando o sumando votos
De lo que no hay duda alguna en cuanto a la inteligencia, es sobre el coeficiente intelectual de algunos vecinos adjuntos a la ciudad inteligente. Su índice supera con creces al del colectivo vecinal. El penúltimo responsable de la ejecución de las obras el, Mayoral de Obras (el máximo responsable es el Amo, a fin de cuentas) comenta engrasando el rodillo para el próximo lunes 25 de octubre, que la obra está terminada en un 90 %, que la gente (vecinos censados) ya la están disfrutando (¿?), y que es un éxito (!!).
Me permito en un alarde, en una arriesgada bravata adivina, vaticinar que la nueva modificación será aprobada en el próximo Pleno Ordinario del día 25/10/2021. Listo que es uno, ¿verdad?.
Ésto si que es un BenidormFest en toda regla, y no lo que se quiere hacer en esta ciudad para acudir a Eurovisión el próximo año. En el Eurofestival si uno fracasa queda marcado de por vida, mientras que en Benidorm los políticos que llevan más de un cuarto de siglo en la poltrona, como es el caso del ínclito Alcalde, ganan «points» cada vez que la hacen más gorda. Y lo del tecnohito va camino de superar lo del Parque de Foietes, que de 400.00 euros de coste de su bolsillo y del mío, pasamos a pagar «por presunta negligencia política» 4.400.000 euros, investigación del Consejo Vecinal incluida, que por cierto, alguien metió en un cajón con llave como el «papelito» de la macabra y corrupta Estación de Autobuses. Y nada se supo, o si se supo, nadie tuvo agallas de elevarlo a la autoridad judicial competente para esclarecer responsabilidades.
La higiene democrática, por lo vivido y por lo que vivimos, es ahora más necesaria que nunca en Benidorm.
José Antonio Corachán Marzal