Lo que esta semana estamos viendo los españoles es para frotarse los ojos. El actual gobierno en funciones ha permitido autoproclamar a Pedro Sánchez como futuro presidente del gobierno sin pasar por el proceso que fija la Constitución para que sea el Rey de España quien designe al político que habrá de ser refrendado en el Congreso de los Diputados. Y por si fuera poco, la metedura de pata de la ministra de educación en funciones ha sido de traca. Por órden manifiesto de los futuros socios de gobierno, no han necesitado llegar a sus ministerios para lanzar una campaña contra la educación concertada, la misma donde diez de los diecisiete ministros estudiaron en su día.
Ningún tonto apedrea su pasado y su «tejado», y estos que mal gobiernan España andan haciendo el ridículo más espantoso entre los españoles y ante el mundo entero. Por algo han perdido casi 800.000 votos los socialistas, tres escaños en el Congreso de los Diputados y veintitrés escaños en el Senado, ahí es nada. Autocrítica cero
Según publica hoy Okdiario, el PSOE tiene sentenciada la educación concertada. Las palabras de la ministra de Educación, Isabel Celaá, anteayer en el congreso de Escuelas Católicas, puso voz a un propósito que, aunque viene de atrás, no deja de sorprender en un Gobierno en el que 10 de sus 17 ministros se formaron en colegios concertados o privados, muchos de ellos religiosos.
El ataque de Celáa a los colegios católicos al decir que «de ninguna manera se puede decir que el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa o elegir centro educativo podrían ser parte de la libertad de enseñanza» marca un nuevo hito en la ofensiva que el Gobierno de Pedro Sánchez lanzó al anunciar una reforma de la ley educativa Lomce que eliminará el requisito de la «demanda social» para abrir nuevos centros.
El ataque del PSOE a la educación concertada bajo el pretexto de la potenciación de la enseñanza pública contrasta con el peso que ha tenido en la formación de los ministros del Gabinete de Sánchez. Diez de ellos se educaron en centros concertados o privados. Son estos:
CARMEN CALVO. La vicepresidente estudió en el colegio de las Madres Escolapias de Cabra, un centro religioso.
ISABEL CELAÁ. La portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación estudió en el colegio Sagrado Corazón de Bilbao, una escuela católica que pertenece a la red concertada.
MARGARITA ROBLES. La ministra de Defensa comenzó su formación en el centro concertado Santa Teresa en León.
NADIA CALVIÑO. Fue alumna de ‘Estudio’, un centro totalmente privado de Aravaca (Madrid).
JOSÉ LUIS ÁBALOS. Cursó sus primeros estudios en una escuela privada. Sus dos hijos menores estudian en centro concertados.
PEDRO DUQUE. Estudió en el colegio privado ‘Aula’ que está ubicado junto a la urbanización Parque Conde Orgaz de Madrid. Todos sus hijos estudian en centros privados.
DOLORES DELGADO. Estudió en el centro concertado ‘Blanca de Castilla’ y sus dos hijos, en el privado ‘Ramón y Cajal’.
FERNANDO GRANDE-MARLASKA. Fue alumno de La Salle Bilbao, perteneciente a la red concertada que desde principios del siglo pasado ofrece una formación humana y cristiana.
LUIS PLANAS. Los dos hijos del ministro de Agricultura estudiaron en el privado Liceo francés de Bruselas y Rabat.
MERITXELL BATET. La ex ministra de Administraciones Públicas, cartera que dejó para ocupar la presidencia del Congreso de los Diputados, estudió en la Escola Graví de Barcelona, un centro concertado y laico.
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