¡El líder de Vox, Santiago Abascal, se implicó personalmente para «encauzar» la crisis con Revuelta –su brazo juvenil– y evitar la denuncia que terminó explotando meses después! Un WhatsApp exclusivo revelado por El Mundo muestra cómo Abascal, el 19 de septiembre de 2025, ordenó a su secretaria general adjunta Montserrat Lluis que «resolviera» el conflicto con Jaime Hernández (El Pelos), presidente de Revuelta, para luego «tomarnos los cafés que quieras» y volver a la normalidad. «Le hemos encargado a Montse que lo resuelva contigo, y la manera de hacerlo. Te pido que atiendas a lo que te diga Montse y que se solucione eso cuanto antes», escribió Abascal, añadiendo que no había «preocupación por cuestiones relativas a fidelidades». ¡Seis meses después de que la cúpula supiera de presuntas irregularidades contables en donaciones para la DANA, y dos meses y medio antes de denunciar a Revuelta por fraude y filtraciones, este mensaje pinta a un Abascal que buscaba un arreglo interno… hasta que la paciencia se agotó y el caso saltó a los juzgados!
El WhatsApp, cruzado tras las vacaciones de 2025, revela la estrategia inicial de Vox: reconducir el conflicto sin ruido público. Hernández escribió primero: «Ha pasado un tiempo desde que no hablamos y no quiero que la situación se descontrole más […] si pudiéramos vernos para un café rápido, me gustaría contarte mi versión». Abascal, 12 horas después, delegó en Lluis y Garriga (secretario general) para «solucionar» el tema, prometiendo cafés posteriores –un guiño a la reconciliación–. Pero Lluis, en reuniones posteriores con Pablo González Gasca (número dos de Revuelta), se quejó del silencio de Hernández: «Santiago me pregunta ‘¿cómo está esto?’ y le digo que no me contestan». El enfado de Abascal escaló, y la «manera de hacerlo» pasó de auditoría interna a denuncia judicial en diciembre, con Revuelta acusada de irregularidades en Asoma (su asociación pantalla) y filtraciones de audios.
La crisis, que ya ha costado la expulsión de González Gasca y la marcha de Coto Matamoros, expone fracturas profundas: Revuelta denuncia «venganza» por independencia, mientras Vox justifica la denuncia por «responsabilidades» ante desfases contables en fondos DANA. Hernández, en su mensaje, insistía en «aclarar la contabilidad» y «seguir sumando», pero el silencio posterior enfureció a Abascal, que presionó para una solución rápida. Jorge Buxadé, coordinador jurídico, entró después proponiendo «disolver y liquidar» Asoma, amenazando denuncia si no obedecían.
Este WhatsApp no es un detalle; es la prueba de que Vox sabía del conflicto desde primavera pero optó por arreglo interno hasta que la «descontrol» forzó la judicialización. ¿Error de cálculo de Abascal, o estrategia para limpiar imagen? En un Vox que pierde fuelle en encuestas y enfrenta purgas internas, esta revelación no calma aguas; las agita. ¡De cafés prometidos a denuncias cruzadas, la ultraderecha en jaque!
En Agencia6, el pulso interno de Vox late con este mensaje que lo cambia todo: ¡Abascal quería paz, pero la guerra estalló! ¿Fin de Revuelta o renacer? Comparte tu opinión y síguenos para más exclusivas – porque cuando el líder escribe, la historia se filtra.
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