¡El PSOE se hunde en un pozo de chantajes y favores que devora su credibilidad como un ácido corrosivo! Santos Cerdán, el exsecretario de Organización y hombre fuerte de Pedro Sánchez, y Leire Díez, la «fontanera» del partido, han sido señalados en un informe policial como presuntos extorsionadores de grandes empresas del IBEX 35: pedían dinero a cambio de «frenar noticias negativas» en medios afines, alegando que «representaban al Gobierno» y tenían poder para influir en la prensa. ¡Un esquema de presión que involucra a gigantes como Repsol, Iberdrola o Telefónica, con amenazas veladas de «consecuencias» si no pagaban, y un botín que podría superar los cientos de miles de euros! Detenidos esta semana en una redada de la UCO, el caso –vinculado a la trama Koldo y adjudicaciones irregulares– no es un rumor; es un terremoto que expone cómo el núcleo del sanchismo usaba su influencia para silenciar críticas y llenar arcas, dejando al partido al borde del colapso en un año electoral que huele a crisis terminal.
La investigación, un vendaval de la Unidad Central Operativa (UCO) bajo la Audiencia Nacional, destapa un modus operandi que eriza la piel: Cerdán y Díez contactaban a directivos del IBEX con mensajes directos o intermediarios, ofreciendo «protección mediática» a cambio de pagos disfrazados de «patrocinios» o «consultorías». «Decían representar al Gobierno y tener capacidad para frenar campañas negativas en prensa progresista», revelan fuentes policiales, citando casos donde empresas pagaron para evitar «filtros» sobre escándalos ambientales o laborales. El informe, incorporado al sumario del juez Piña, vincula estos chantajes a la red de Koldo García y Víctor de Aldama, con Servinabar (empresa de Cerdán) como lavadora de fondos. «No era asesoría; era extorsión con el escudo del poder», clama un directivo anónimo, que describe reuniones donde Cerdán aludía a «amigos en Moncloa» para presionar.
El pulso llega al corazón del PSOE: Cerdán, ya salpicado por 620.000 euros en mordidas de Acciona en obras públicas, y Díez –expulsada en 2021 por filtraciones pero siempre en la órbita ferraz– forman un dúo que usaba la «maquinaria interna» para silenciar críticas. La UCO ha incautado móviles y ordenadores que revelan chats con ejecutivos: «Si colaboras, las noticias se paran; si no, se complican», un patrón que la Fiscalía califica de «coacción con abuso de posición». Empresas como Repsol (investigada por vertidos) o Iberdrola (críticas por subidas de luz) figuran en el radar, con pagos que podrían superar los 500.000 euros en «patrocinios» a eventos o fundaciones afines al partido.
Reacciones? Un vendaval que azota Ferraz: Pedro Sánchez guarda silencio sepulcral, pero fuentes internas susurran pánico: «Esto erosiona todo; Cerdán era el hombre de confianza». El PP, con Feijóo al frente, celebra: «El sanchismo es una red de extorsión; dimisión ya». Sumar exige «investigación inmediata y separación de cargos», mientras Vox clama por «disolución del PSOE». Asociaciones empresariales como CEOE condenan: «Es intolerable que se use el poder público para presionar al sector privado». La detención de Díez y Vicente Fernández (ex SEPI) esta semana acelera el sumario, con posible fusión al caso Koldo en el Supremo.
Este no es un caso aislado; es el clímax de una crisis que devora al PSOE desde Koldo hasta Salazar, con chantajes que unen poder político y empresarial en un nudo gordiano. ¿Dimisión de Cerdán, o el partido cerrará filas? En Agencia6, el pulso anticorrupción hierve: ¡de fontaneros a extorsionadores, el PSOE en jaque mate! Sigue las detenciones en nuestras redes – porque cuando el IBEX paga silencio, la verdad grita.
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