Benidorm presume de un alcalde y un Consejo Vecinal que navegan entre el cinismo y la hipocresía

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OPINIÓN

Esta es la singladura del Consejo Vecinal de Benidorm, surcar permanentemente entre dos mares: El mar del cinismo y el mar de la hipocresía. El Amo (o sea, el alcalde llamado Toni Pérez, edil desde 1995), marcó el rumbo sobre la carta y sus fieles timoneles con mano firme mantienen el derrotero fijado contra viento y marea.

No necesitan brújula alguna ni horizonte estelar que les guíe, no les importan arrecifes, escollos ni rompientes. Cegados por el poder del Amo solo tienen un puerto al que arribar, el fijado por su Amo y Señor. Poco importa la tripulación, poco, mas bien nada: el pasaje, lo importante, lo necesario, lo enjundioso, la clave, es seguir la pauta señalada por el Amo, él se la guía, el principio y el fin, por algo es el «Todo Poderoso». ¡Obedecido sea!.

Dice el diccionario de la RAE hablando del cinismo:

*“Doctrina de los cínicos, que expresa desprecio hacia las convenciones sociales y las normas y valores morales”.

Dice igualmente sobre la hipocresía:

*“Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a a los que verdaderamente se tienen”.

Mal se navega entre ambos mares, cuando entre Málaga y Malagón, bogando entre Pinto y Valdemoro, en una palabra. Manipulando nunca llegaremos a puerto, solo conseguiremos fondear en la ciénaga de la Alquería, donde ya estamos anclados.

Todo este prólogo viene a cuento de las binarias declaraciones del Amo y de la Mayoral de Participación Ciudadana de la Capital Europea de Sol y Playa, cuando manifiestan repetitivamente cual letanía bonzoica que “…no se convoca al Consejo Vecinal porque no lo piden los consejeros…”.

Ahora resulta que a estas alturas que tanto el Amo como la Mayoral son iletrados, analfabetos profundos… ¡Vivir para ver! ¡Hagan sonar todas las alertas, alarmas y rebatos!… Por esa razón no han podido entender lo que dice al respecto de las convocatorias del Consejo, su Reglamento que obliga a su citación ·una vez al trimestre·, cada tres meses, es decir, cada 90 días más o menos. “Tempus fugit” y con él las convocatorias y las explicaciones sobre lo temas pendientes de aclaración.

¿Recuerda el lector la canción “Libertad sin ira?… una de cuyas estrofas repetía como estribillo:

Porque hay libertad
sin ira libertad
Y si no la hay
sin duda la habrá.

J.A. Corachán, jefe de opinión de Agencia6

Y así fue, la libertad llegó; con similar firmeza apliquemos el estribillo cambiando la palabra libertad por transparencia, porque como no la hay… sin duda la habrá. Y llegará, será el tiempo del rechinar de dientes, el tiempo de cuadrar cuentas, el tiempo de las enmiendas y reparaciones, el tiempo de rendir responsabilidades y si cabe, hay motivo y sincero arrepentimiento, el tiempo del perdón.

Perdón por las obras adjudicadas a dedo, por las concesiones vencidas y no renovadas, por los “papelitos” perdidos, por las convocatorias arrolladas, por los ahogados ensanches, por la supuesta inteligencia inculta, por el patrimonio desaparecido de Fundaciones legadas al pueblo de Benidorm..…etc.

Todo llegará… eso sí, sin ira pero con Justicia. Olfateo que se acercan esos tiempos para Benidorm y otros pueblos de España.

José Antonio Corachán Marzal

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