Este lunes, los alcaldes de Madrid y de Badajoz han suscrito en Cibeles una Declaración Institucional de Apoyo al Desarrollo del Corredor Sudoeste Ibérico
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha firmado este lunes en el Palacio de Cibeles junto al alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, y en presencia del embajador de Portugal, Joao Mira-Gomes, una Declaración Institucional de Apoyo al Desarrollo del Corredor Sudoeste Ibérico, un texto con el que ambos regidores definen como estratégico el desarrollo económico, social y ambiental de esa zona de la península ibérica para el propio progreso de sus ciudades y para lo que es esencial la existencia de conexiones ferroviarias de calidad que permitan la circulación de personas y mercancías.
Las ciudades de Madrid y Badajoz configuran los puntos extremos en el territorio de España del llamado Corredor Sudoeste Ibérico, que continúa en territorio portugués en las ciudades de Elvas y Campo Maior, hasta llegar a Lisboa. Por tanto, ambos alcaldes exigen que los gobiernos y parlamentos de España y de Portugal prioricen esta conexión entre las dos capitales ibéricas: Madrid y Lisboa.
Tras la firma del memorando, Almeida ha explicado que este es un “acto de justicia y de reparación de la memoria, de reivindicación inaplazable en términos de comunicación y cohesión social y económica para vertebrar una nación y fortalecer relaciones con una nación hermana”.
La declaración institucional recuerda el incumplimiento del acuerdo firmado en 2003 entre los gobiernos de España y Portugal y posteriormente ratificado en 2004 por el Parlamento y la Comisión Europea, en el que se comprometían a conectar Lisboa/Sines con Madrid mediante una nueva línea de ferrocarril para mercancías que entrase en funcionamiento en el año 2008 y mediante una línea de alta velocidad para pasajeros en el año 2010.
En este sentido, el texto insta a que los gobiernos y parlamentos de España y Portugal “prioricen esta conexión entre las dos capitales ibéricas y que se tomen todas las decisiones necesarias para que en 2021 esté finalizada la conexión ferroviaria Lisboa-Madrid por Caya; que en 2025 entre en marcha la conexión ferroviaria electrificada completa entre ambas capitales y que en 2028 esté lista la línea de alta velocidad”. Además, solicita a la Unión Europea que esta hoja de ruta se cumpla “con la mayor urgencia” para permitir “impulsar la transformación de este espacio entre las dos capitales ibéricas como un nuevo eje de desarrollo europeo”.
Antecedentes
El Corredor Sudoeste Ibérico es una reivindicación que pretende hacer realidad un nuevo eje de desarrollo internacional, de intercambios e interconexiones (turísticas, medioambientales, logísticas, industriales, agroalimentarias, etc.) entre Madrid y Lisboa, España y Portugal, con el desarrollo de sus territorios intermedios, especialmente transfronterizos. Para ello, es necesario impulsar redes de ferrocarriles, carreteras, digitales, energéticas e hídricas.
La campaña de ‘Apoyo al lanzamiento del Corredor Sudoeste Ibérico’ tiene ya más de 27.000 adhesiones en la web y pretende conseguir la adhesión de más de 200 instituciones y colectivos públicos y privados tales como ayuntamientos, universidades, cámaras de comercio, asociaciones empresariales y colegios profesionales, entre otros.
En 2017, se creó la Plataforma Sudoeste Ibérico en Red, una plataforma empresarial independiente formada por 40 empresas de España y Portugal. Surgió como un acto de protesta y reivindicación para acelerar la construcción de la línea de alta velocidad de Madrid-Extremadura. A los pocos meses, lo que fue una protesta se transformó en una propuesta para hacer realidad el concepto del Corredor Sudoeste Ibérico.
El 3 de mayo de 2018, las ciudades de Badajoz (España), Elvas y Campo Maior (Portugal) formalizaron la constitución de la Eurociudad que los agrupa con el nombre de EUROBEC. El objetivo fundamental es disponer de un instrumento propio a través del cual articular la cooperación de estas tres poblaciones en la frontera entre España y Portugal, así como fomentar todo tipo de iniciativas que redunden en el desarrollo del territorio en el que se ubican la región de Extremadura en España y el Alentejo en Portugal.