- Roldán (Cs) y Fernández (PP) reprochan al líder socialista su equidistancia y el doble discurso del PSOE en Barcelona y el resto de España
Todos los focos estaban puestos en Miquel Iceta. Y no defraudó. El líder del PSC se convirtió en el protagonista de la moción de censura, debatida y votada ayer, presentada por Lorena Roldán (Cs) contra el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra. Los números no daban y no sumaron; y aun así los socialistas se abstuvieron. Iceta mantuvo un duro cara a cara con Roldán, intercambió pareceres con Cayetana Álvarez de Toledo (PP) y perdió la oportunidad de repetir la unidad constitucionalista de octubre de 2017 a pocos días de conocerse la sentencia del juicio del «procés». Como ruido de fondo, la campaña de las generales del 10-N.
Lo de menos fue el resultado. A favor de la moción de censura: 40 votos (Cs y PP); en contra: 76 votos (JpC, ERC, comunes y la CUP); y abstenciones: 17 votos (PSC). La cuarta iniciativa en el Parlamento de Cataluña (tras las de 1982, 2001 y 2005) para desbancar a un presidente autonómico estaba condenada al fracaso desde el mismo día que se anunció, por lo que la sesión parlamentaria se centró en ver si Roldán podía liderar el constitucionalismo y si este se dividía como consecuencia del voto del PSC.
Así, Iceta se convirtió en protagonista. Su intervención en el cara a cara con la líder de la formación naranja fue el momento más tenso del debate de la moción. El líder del PSC la llamó «fracasada», la acusó de «engañar» a la ciudadanía, la reprochó haber participado en la manifestación independentista de la Diada de 2013 y calificó la moción de censura de «oportunista». Iceta justificó la abstención de los socialistas porque «los números no dan» y aconsejó a Roldán que, en todo caso, si «quiere la unidad de los constitucionalistas» no «ataque» a los que lo son, entre los que incluye al PSC.
Roldán: «Son cómplices»
Por su parte, la candidata a presidir la Generalitat le recordó a Iceta que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, se había presentado a la investidura «cuando la suma no daba» y elevó el asunto: «Esto va más allá de una suma: nos estamos jugando la convivencia, la libertad y volver a la normalidad. Esto no va de partidos ni de ideologías. Esto va de democracia, convivencia y libertad». Y acusó al PSC de «borrarse» del constitucionalismo. «Son cómplices» de los comandos y el separatismo, añadió Roldán.
Alejandro Fernández (PP) también criticó al PSC por romper la unidad del espacio constitucionalista. El líder del PP catalán calificó la decisión de los socialistas de «papelón» y les acusó de «romper el espíritu del 6 y 7 de septiembre de 2017», cuando se celebraron los plenos en el Parlamento que aprobaron las llamadas leyes de desconexión, posteriormente anuladas por el TC, pero que sirvieron para comprobar la unidad de acción de Cs, PSC y PP e incluso la armonía con un sector de los comunes.
En este sentido, Fernández añadió, dirigiéndose a Iceta, que si «el problema» para los socialistas era votar una propuesta de Ciudadanos, apoyada por el PP, le animaba a presentar una moción de censura, en este caso, bajo el paraguas del PSC: «Le doy el apoyo», señaló. Sin embargo, con la abstención de este lunes, añadió, Iceta «ha decepcionado a miles de catalanes».
Roldán fue de menos a más y también se enfrentó dialécticamente con Meritxell Budó, portavoz de la Generalitat; Albert Batet (JpC), Sergi Sabrià (ERC), Jéssica Albiach (comunes) y Vidal Aragonés (CUP). Torra no habló en toda la jornada y la candidata consideró «cobarde» la actitud del presidente autonómico, al que culpabilizó de romper la «convivencia» en Cataluña y apoyar a unos «presuntos terroristas», miembros de los CDR.
En el turno de exposición del programa de gobierno, la dirigente de Cs señaló que, en su opinión, era «un imperativo moral (echar a Torra) porque jalea a los radicales», advirtió de que «no está escrito, en ningún lugar, que los catalanes tengamos que arrastrar la roca del «procés»» y añadió que «otra Cataluña es posible». Centró su propuesta de programa en diez grandes ejes destacando, sobre todo, los de «parar el «procés»» y reforzar los servicios públicos dependientes de la Generalitat. No sirvió de mucho. Los rifirrafes ocultaron las propuestas. Los diputados de Cs Carlos Carrizosa, por la mañana, y Nacho Martín Blanco, por la tarde, dieron apoyo a Roldán con sus intervenciones.
Iceta vs. Álvarez de Toledo
La moción también se jugó en los pasillos y en la tribuna de invitados del Parlamento autonómico. Asistieron al debate, por la mañana, Albert Rivera (Cs), Cayetana Álvarez de Toledo (PP), Inés Arrimadas (Cs) y, entre otros, Laura Borràs (JpC).
Aunque las cámaras de televisión no lo grabaron –sí los fotógrafos– Iceta y Álvarez de Toledo mantuvieron una discusión al lado de una de las puertas que da acceso al hemiciclo. La portavoz del PP en el Congreso y candidata por Barcelona el 10-N reprochó al líder del PSC su «equidistancia» y le pidió que «vuelvan» a la senda de la Constitución, según indicaron varias fuentes conocedoras del encuentro. La respuesta de Iceta fue contundente: «Podemos ir con vosotros, ¡pero no a cualquier sitio!».
Flotó en el ambiente que la moción de ayer no dejará huella. Se espera la sentencia del Tribunal Supremo. «La moción de censura no prospera», dijo Roger Torrent, para levantar la sesión. E, insólitamente, unanimidad en el hemiciclo: aplausos. Unos, para Torra; otros, para Roldán