¡María Guardiola acelera hacia la mayoría absoluta en Extremadura con un objetivo que trasciende Cáceres y Badajoz: acorralar a Pedro Sánchez en La Moncloa! El PP extremeño, con su candidata al frente, se lanza a por los 33 escaños que le darían gobierno en solitario, evitando la dependencia de Vox –ese socio incómodo que Abascal usa para presionar con «machismo» y exigencias de «cabeza»–. En un sondeo que pinta un PP con 32-34 diputados (más que toda la izquierda junta), Guardiola promete «estabilidad sin chantajes» y un «voto útil» que rompa el bloqueo de Junts en el Congreso, donde el rechazo a la senda de déficit deja al Gobierno prorrogando PGE por tercer año. ¡Con el PSOE hundido en su peor escenario histórico (19-22 escaños) y Vox como llave (8-10), esta campaña no es regional; es un pulso nacional donde Extremadura podría ser el ariete que fracture la legislatura sanchista! ¿Absoluta para Guardiola o pacto forzado con Vox que erosione su imagen moderada?
La estrategia del PP es un misil dirigido al corazón del sanchismo: Guardiola, con su discurso de «gestión sin ideología», capitaliza el desgaste socialista –marcado por escándalos como Koldo y casos de acoso– y el rechazo a la «agenda radical» de Sumar. «Queremos gobernar solos para no depender de nadie», proclama la candidata, recordando tensiones con Vox por el «machismo» de Abascal y su exigencia de «pasar por el aro». El PP absorbe voto útil de centro y descontentos del PSOE, con sondeos que le dan más escaños que la izquierda entera –un hito que Feijóo celebra como «prueba de que España quiere cambio». Vox, con su ascenso rural, se posiciona como árbitro: «Sin nosotros, no hay gobierno», avisa Óscar Fernández Calle, pero Guardiola marca límites: «No cederemos en igualdad ni derechos».
El PSOE, en caída libre, toca fondo: Miguel Ángel Gallardo no remonta el desgaste nacional ni local, con un voto fragmentado que beneficia al bloque derechista. Sumar y Podemos se reparten migajas, un batacazo que deja al progresismo extremeño sin oxígeno. «Es el peor pronóstico en décadas», lamentan fuentes socialistas, con el «efecto Sánchez» pesando como una losa por corrupción y bloqueos en Madrid.
El impacto nacional es un vendaval: una absoluta del PP en Extremadura –región simbólica por su voto tradicionalmente progresista– sería un mazazo a la narrativa de «resistencia» de Sánchez, fortaleciendo a Feijóo para presionar elecciones anticipadas. Con Junts bloqueando presupuestos y el Gobierno en minoría, Guardiola vende su «mayoría estable» como modelo para España: «Sin chantajes independentistas ni ultras». Vox, por su parte, intensifica su agenda para forzar concesiones si el PP se queda corto.
En un 2026 que arranca con elecciones vascas y gallegas en el horizonte, Extremadura no es un tablero regional; es el primer round de una batalla nacional. ¿Absoluta para Guardiola, pacto con Vox o sorpresa socialista? En Agencia6, el pulso extremeño late con esta carrera que acelera España: ¡de Mérida a Moncloa, el voto decide! ¿Quién gana? Comparte tu pronóstico y síguenos para sondeos al minuto – porque en Extremadura, la absoluta no es sueño; es estrategia.
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