Análisis de SIMON THE SORCERER: ORIGINS

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Juego disponible en formato digital para PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox Series X, Xbox One, y Nintendo Switch.

Juego disponible en formato físico para PlayStation 5 y Nintendo Switch gracias a Meridiem Games.

Simon the Sorcerer: Origins es una de esas rarezas mágicas que no esperábamos ver en pleno 2025: un regreso a una aventura gráfica clásica, reinterpretada con cariño y modernidad pero sin olvidar de dónde viene. La saga es especial para mucha gente. En los noventa, Simon the Sorcerer destacó por su humor británico, su irreverencia y su capacidad para reírse tanto del género fantástico como de sí mismo.

Con Origins, Smallthing Studios e ININ Games han intentado algo complicado: recuperar el espíritu del original, dar la bienvenida a nuevas generaciones y, al mismo tiempo, justificar la existencia de una precuela de un tipo de videojuego que hoy es casi arqueología digital. El resultado es una aventura sorprendentemente sólida, con alma propia y una mezcla de nostalgia y frescura que funciona mejor de lo que podría parecer.

Como nos gusta volver a los 90

Simon the Sorcerer: Origins no continúa la historia de los clásicos, sino que se sitúa antes de los hechos del primer juego. Su propósito es claro: explicar cómo un adolescente más bien normal, borde y bastante despistado acaba convirtiéndose en el aprendiz de hechicero más caótico dentto del Mundo Mágico.

La trama mezcla humor, diálogos ingeniosos y completamente fiel al espíritu de Simon: sarcasmo, auto-parodia y un toque de gamberrismo. La narrativa funciona especialmente cuando juega con la personalidad del protagonista, mostrando su evolución desde un chaval incrédulo y gruñón hasta un aspirante a héroe.

Los secundarios también ayudan. Viejos conocidos del mundo mágico hacen apariciones más o menos sutiles, los antagonistas mantienen ese toque ridículo tan “british” y las situaciones absurdas se suceden sin abusar demasiado del fan-service.

Aunque es una historia sencilla, está bien contada, mantiene ritmo y logra que, incluso si no conoces la saga, podamos disfrutarla sin sentir que te estás perdiendo algo.

Cuando lo ilógico gana a la lógica

En lo jugable, Simon the Sorcerer Origins es una aventura gráfica point & click de las de antes: tranquila, accesible, y diseñada para no frustrar al jugador, pero sin caer en la simplificación absoluta. La fórmula se basa en tres simples ingredientes:

  • Exploración de escenarios repletos de pequeños detalles animados.
  • Inventario clásico, donde combinar objetos sigue siendo un deporte de riesgo… pero esta vez más lógico que en los títulos de los 90 pero con muchas cosas por coger al igual que en anteriores entregas.
  • Diálogos con ramificaciones, que permiten profundizar un poco más en los chistes, los secundarios, la historia y la personalidad del protagonista.

Los puzzles son quizá el aspecto mas entretenido pero extrañamemte equilibrado del juego: tienen gracia, te hacen pensar lo justo sin obligarte a recorrer mapas enteros para encontrar ese objeto que no viste pero en muchas ocasiones la resolución no tiene ninguna lógica, por lo que nos encontraremos probando combinaciones de objetos al azar porque lo ilógico ganará, incomprensiblemente, a la lógica.

Animación hecha magia

El aspecto más atractivo y llamativo de Simon the Sorcerer Origins es sin duda su apartado artístico. El estilo visual mezcla acuarelas, trazos caricaturescos y animación 2D muy cuidada. No es un estilo cartoon genérico; es cálido, vibrante y cargado de personalidad. Los personajes son expresivos, los escenarios están repletos de microdetalles: carteles, criaturas, pequeños efectos y la paleta de colores tiene un tono mágico muy agradable. Es, sin duda, el apartado estrella de todo el juego.

Pero claro, la gran pregunta es inevitable:
¿Cómo se compara Origins con los clásicos?. La esencia está ahí: el humor, el sarcasmo… incluso la estructura de los puzzles es un homenaje constante. Pero al mismo tiempo, es un juego moderno. Es más redondo, más accesible y más fluido. Para algunos fans mas veteranos eso significa que quizá pierda un poquito del caos que caracterizaba a la saga… pero gana en ritmo y coherencia narrativa. En otras palabras: no es una copia del original, es una reinterpretación respetuosa.

Música mágica y doblaje con hechizo

La banda sonora acompaña sin imponerse. Melodías ligeras, instrumentos de fantasía, un toque de humor… es música diseñada para que sonrías mientras avanzas. Y el doblaje con la voz original de Simon, interpretada por el actor de voz británico Chris Barrie, parece un viaje a los años 90, que capta muy bien la actitud arrogante y resignada de Simon, lo que ayuda muchísimo a la inmersión.

CONCLUSIÓN:

Simon the Sorcerer Origins no pretende revolucionar nada. No quiere competir con gigantes, ni reinventar el género, ni convertirse en la nueva referencia de las aventuras gráficas. Su objetivo es otro: recordarnos por qué estos juegos nos enamoraron. El humor, los personajes carismáticos y los mundos de fantasía siguen siendo importantes, incluso en una industria dominada por gráficos hiperrealistas y grandes mundos abiertos.

Este es un juego hecho con amor.
Con mimo. Con respeto por un personaje que marcó a toda una generación. Y aunque no es perfecto, ni pretende serlo, sí es un viaje que merece la pena… sobre todo si tienes un hueco en tu corazón para las aventuras de antes.

Hemos realizado el análisis gracias a un código que nos ha proporcionado Pr-Hound.

Lo bueno:

  • Estética preciosa y animaciones muy cuidadas.
  • Humor fiel al espíritu original.
  • Perfecto tanto para veteranos como para recién llegados.

Lo malo:

  • Puede resultar “ligero” para jugadores que busquen narrativas mas profundas.
  • Humor muy británico: si no te gusta, posiblemente te cueste jugarlo.
  • Algún que otro ritmo irregular en el tramo central.

¿Para quién es este juego?

  • Fans de las aventuras gráficas clásicas (LucasArts, Sierra…).
  • Jugadores nostálgicos que disfrutaron de los Simon originales.
  • Quienes valoran el humor y las historias desenfadadas.
  • Amantes del arte en 2D y las animaciones hechas a mano.
  • Jugadores casuales que busquen una aventura sin estrés ni una dificultad excesiva.
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