¡El águila americana extiende sus alas sobre la Península Ibérica con un despliegue que huele a hierro y geopolítica! Estados Unidos acelera su fortificación en las bases españolas de Rota y Morón, aprobando 78 millones de euros para cuatro polvorines en la base gaditana y licitando otros 15 en Sevilla, en un pulso que ignora las fricciones con el Gobierno de Sánchez y responde a dudas sobre la permanencia de estos enclaves clave. Bajo la Iniciativa Europea de Disuasión (EDI), estos búnkeres semienterrados –diseñados para misiles y municiones de alto calibre– podrían albergar hasta 1.000 toneladas de explosivos en Rota, fortaleciendo el escudo antiaéreo OTAN y la proyección de destructores Aegis. ¡Mientras el embargo español a envíos a Israel genera roces –y especulaciones sobre un éxodo a Marruecos–, Washington invierte sin titubeos, recordándonos que las bases de 1953 son un pilar inquebrantable en el Atlántico… ¿o un peón en el tablero de Trump 2.0?
El anuncio de Rota es un mazazo presupuestario que consolida Cádiz como hub naval supremo. En septiembre de 2025, el Comando de Instalaciones Navales del Atlántico dio luz verde a cuatro polvorines tipo H –estructuras de hormigón armado prefabricado, de 7,6 x 24,4 metros, con resistencia a 7 bares de presión y capacidad para 226 toneladas de explosivos cada uno (total: 904 toneladas)– por 92 millones de dólares (78,4 millones de euros). Estos búnkeres incluyen plataformas de carga, sistemas anti-intrusos, puertas de control y paisajismo camuflado, listos para interceptores del escudo BMD (Ballistic Missile Defense) de la OTAN. Rota, hogar de cuatro destructores Aegis (con un quinto incorporado en octubre y un sexto en 2026), ya alberga el Centro de Mantenimiento Regional Desplegado Avanzado (FDRMC), que soporta operaciones en el Mediterráneo y Atlántico. «Estas mejoras responden a la necesidad de almacenamiento seguro para misiones críticas», afirman fuentes del Pentágono, en un guiño a la doctrina Biden de disuasión frente a Rusia e Irán.
Morón no se queda atrás: la Base Aérea de Sevilla se prepara para 15 polvorines semienterrados, cubiertos de tierra para camuflaje, con una superficie total de 3.148 metros cuadrados. Licitación abierta desde el 11 de diciembre de 2025, con un coste estimado entre 25 y 100 millones de dólares y ejecución en 1.057 días (casi tres años). Gestionado por el mismo comando naval, el proyecto exige empresas registradas en el Ministerio de Hacienda español y cumple estándares EDI: hormigón reforzado, cercados de seguridad, mejoras eléctricas y drenaje pluvial. Morón, clave para reabastecimiento aéreo y operaciones en África, se erige como el «pulmón logístico» de la EDI, alineado con la expansión OTAN en el flanco sur.
Pero este refuerzo llega en un torbellino político que eriza la piel. Los Pactos de Madrid de 1953 obligan a EE.UU. a informar solo de la presencia de armamento en bases españolas, sin detallar destinos –un vacío que permite envíos a Israel desde Rota y Morón, pese al embargo aéreo impuesto por Sánchez en octubre de 2025 contra Tel Aviv. Esta tensión ha avivado rumores de traslado: en junio, el general retirado Robert Greenway soltó: «Es hora de mover Rota y Morón a Marruecos», alabando la sintonía de Rabat con Washington y su control del Estrecho. Marruecos, con bases en Larache y Tánger, se perfila como alternativa estratégica, pero el Pentágono insiste en «mejoras continuas» en España para proyección de fuerza. ¿Respuesta a la OTAN o pulso a Sánchez? Fuentes diplomáticas susurran que el quinto destructor en Rota es un «mensaje» de continuidad, pese a las fricciones.
Estas inversiones no son pan de ayer: responden a la EDI de 2020, que ha inyectado cientos de millones en bases españolas desde 2014, con Rota como epicentro de la 6ª Flota. Implicaciones? Un blindaje que fortalece la disuasión OTAN en el Estrecho, pero aviva debates en España sobre soberanía y el rol de las bases en conflictos globales. ¿Aceptará Madrid el traslado a Rabat, o estas obras son el cemento de una alianza eterna?
En Agencia6, el radar militar parpadea con este refuerzo que une acero y diplomacia: ¡Rota y Morón, baluartes del Atlántico que no ceden terreno! Sigue las licitaciones en nuestras redes para el próximo capítulo – porque cuando EE.UU. construye, el mundo observa.
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