La semana pasada, la Ertzaintza publicó la primera estadística sobre criminalidad de España que incluía la nacionalidad de los delincuentes. El informe no tardó en hacerse viral, y sus cifras han puesto al descubierto un incomodo secreto a voces, revelando datos como que el 64% de los delitos cometidos en el País Vasco son perpetrados por extranjeros o que el 67% de los arrestados por robo con violencia son magrebíes.
Otros cuerpos policiales, como los Mossos d’Esquadra de Cataluña también han anunciado que en enero publicarán un informe similar, y mientras algunas voces aseveran que hacer públicos estos hechos solo incita al racismo, otras creen que pese a la contundencia de los datos, no reflejan una realidad más preocupante, ya que de entre los crímenes cometidos por españoles, no se distingue entre los nacidos en España, o los inmigrantes nacionalizados o de segunda generación.
En medio de esta polémica, el Ministerio del Interior, de quien depende el Cuerpo Nacional de Policía, se ha negado a dar esta clase de datos en los futuros informes del cuerpo, sin embargo, a nivel interno, estos son de una importancia crucial, puesto que alimentan las estadísticas de otros organismos del estado, dependientes del mismo ministerio, como el Instituto Nacional de Estadística (INE), que arrojaba cifras muy dispares, atribuyendo a los españoles la autoría del 71,16% de los delitos cometidos en sus estadísticas del 2024.
Falsificación de informes policiales
Agencia6 ha tenido acceso en exclusiva a pruebas que demostrarían no solo que la estadística del Ministerio del Interior es radical y rotundamente falsa, sino que los informes de detenidos elaborados por la Policía Nacional estarían siendo sistemáticamente manipulados para ocultar la verdadera nacionalidad de los presuntos delincuentes, haciéndolos pasar por españoles.
Como se puede observar en las imágenes que acompañan a este artículo, diversos informes (a cuyos originales hemos tenido acceso, y que se han censurado por respeto a la LOPD), reflejan la nacionalidad de extranjeros, en su mayoría magrebíes, como “española”, pese a que a lo largo de los informes se hace evidente que ni estos ni sus progenitores tienen su origen es este país e incluso en muchas ocasiones, ni siquiera hablan el idioma o pueden identificar un domicilio en España.
Los documentos plasman con meridiana claridad que estos detenidos, casi siempre reincidentes, no estaban tramitando ni sus papeles de residencia ni su nacionalidad y su situación era siempre irregular. En algunos casos, como el del informe que se muestra bajo estas líneas, se llega a la extrema torpeza de mostar el NIE (Numero de Identificación de Extranjero) del presunto “español”, en lugar del DNI que correspondería en todo caso, a un inmigrante nacionalizado.
Indicios de un nuevo escándalo de corrupción gubernamental
Los informes que mostramos en exclusiva no pueden ser fruto de un error, pues proceden de diferentes unidades y están firmados por multitud de agentes, por lo que la incógnita sería ya, determinar el alcance de este presunto fraude y la identidad de sus responsables, pues a nuestro criterio, los hechos expuestos con pruebas contundentes, solo pueden obedecer a la voluntad del gobierno por maquillar unas cifras de inmigración que de confirmarse, tirarían por tierra el discurso de la izquierda, destapando de paso un nuevo escándalo de corrupción estatal, prevaricación, falsificación de documentos públicos y en definitiva, de la manipulación mediática del gobierno de Pedro Sánchez, que esta vez salpicaría al Ministerio del Interior, con el ministro Fernando Grande-Marlaska a la cabeza y sin lugar a dudas, a más de un mando de la cúpula policial.
