¡Cataluña tiembla ante un maremoto político que arrasa con mitos y tronos! Un sondeo explosivo del CEO (el CIS catalán) ha desatado la tormenta: Aliança Catalana, el nuevo huracán liderado por Silvia Orriols, irrumpe como un depredador devorando a Junts per Cata-lunya y dejando a Carles Puigdemont –el exiliado eterno– como un náufrago en su propio mar. Con 21,4% de los votos proyectados, esta fuerza transversal que clama contra la inmigración descontrolada y la pérdida de valores tradicionales ha robado el 21% del electorado de Junts, hundiendo su fidelidad al 55% y proyectando una caída histórica de 15 escaños. ¡Imagina: el partido de Puigdemont, antaño rey indiscutible, empatado en tercer lugar con su verdugo, mientras el independentismo toca fondo al 53% de rechazo –el más alto desde 2010– y la ultraderecha (Vox y Aliança) amenaza con copar un 25% del Parlament! ¿Es este el fin de una era, o el amanecer de un procés fracturado que podría derribar los frágiles equilibrios en Madrid?
El barómetro del CEO, basado en 2.000 entrevistas de la tercera ola de 2025, pinta un panorama de catástrofe para el soberanismo: PSC de Salvador Illa se mantiene en la cresta con 36-40 escaños (un leve bajón del 1,1% por desmovilización, pero aún líder con un 20,6% de preferencia para la presidencia de la Generalitat), mientras ERC de Oriol Junqueras crece a 22-23 (hasta 2 más). Pero el mazazo cae sobre Junts: solo 19-20 escaños, un terremoto que deja a Puigdemont con un mísero 8% de apoyo como posible president –empatado con Orriols (7,9%) y por detrás de Junqueras (7,3%)–. Aliança Catalana no es un cometa fugaz: con 19-20 escaños, atrae como un imán –21,4% de exvotos de Junts, 10% de ERC y Vox, 6,5% de PSC– y se erige como la voz de la inseguridad ligada a la inmigración (prioridad para el 33% de catalanes, pese a una caída del 50% en delitos desde 2013). ¡El ‘tsunami’ es literal: un desastre que hunde lealtades y expone las grietas de un Puigdemont que manda desde Waterloo como un general remoto, con críticos susurrando que su liderazgo es «un lastre» en esta marea de cambio!
La ultraderecha, ese dragón dormido, despierta con colmillos afilados: Vox sorpassa al PP con 13-14 escaños (frente a 12-13 del popular), sumando 33-34 en total con Aliança –un tercio del hemiciclo que hace imposible cualquier pacto independentista con ERC y CUP, que se hunden a 3-4 escaños–. Comuns estables en 6, pero el bloque de izquierda (PSC-ERC-Comuns) podría repetir gobierno si arrastra a CUP, aunque con uñas y dientes. El independentismo, que soñaba con mayorías absolutas, se desinfla: el rechazo al 53% es un mazazo que deja a Puigdemont como un eco lejano, mientras Aliança –con su discurso de «valores tradicionales perdidos»– conquista al 32% de no independentistas. Reacciones? El sondeo no cita voces directas, pero el aire vibra con términos como «terremoto, tsunami, dana, desastre»: un presagio de que el procés, ya herido por el 9-N y la amnistía fallida, podría fracturarse en un independentismo «puro» (ERC-Junqueras) versus un «duro» (Junts-Puigdemont), con Orriols como la nueva reina de la derecha catalana.
Y el eco llega a Madrid como un trueno: en proyecciones para el Congreso, PSC gana un diputado (20), ERC sube a 9-10, pero Junts cae a 5-6 –un respiro para Sánchez, ya que Aliança no compite en generales–. PP y Vox se estancan en 5-6 cada uno (ultraderecha en 4), mientras Sumar se desploma a 3 (menos 4) y Podemos a 1 en Barcelona. ¡Imagina: un Ejecutivo central más blindado, pero con un Parlament catalán donde la ultraderecha dicta leyes y el independentismo mendiga pactos imposibles! Puigdemont, desde su exilio, ve cómo su sombra se acorta: ¿rectificará su liderazgo remoto, o este tsunami lo arrastrará al olvido?
En Agencia6, el pulso acelera con esta marea que podría redibujar España: ¿Caerá Puigdemont, o Aliança será el nuevo faro del descontento? ¡Sigue las réplicas en nuestras redes – porque cuando Cataluña tiembla, Madrid no duerme!
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