El Atlético de Madrid ha anunciado oficialmente la venta de la mayoría de sus acciones al fondo de inversión estadounidense Apollo Global Management, a través de su filial especializada en deportes, Apollo Sports Capital (ASC). Con esta operación, el club deja de estar controlado por sus históricos accionistas mayoritarios, Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo, marcando un punto de inflexión en la propiedad del equipo colchonero.
En un comunicado emitido este lunes, la sociedad anónima deportiva detalla que «el Atlético de Madrid y sus principales accionistas —Miguel Ángel Gil, Enrique Cerezo, Quantum Pacific Group y fondos gestionados por Ares Management— han alcanzado un acuerdo para que Apollo Sports Capital (ASC), compañía global de inversión en deporte de Apollo (NYSE: APO), se convierta en el accionista mayoritario de nuestro club». Esta transacción representa un cambio radical en la estructura accionarial, pasando el control a un gigante de las finanzas con amplia experiencia en el sector deportivo.
La noticia llega en un momento de renovación en la cúpula directiva del club. Paralelamente, el Atlético ha incorporado a Mateu Alemany como figura clave en la gestión intermedia, apodado «el galáctico de los despachos» por su trayectoria en operaciones de alto nivel. Alemany, exdirector deportivo del FC Barcelona y Valencia CF, se une para reforzar la estrategia operativa en un contexto de transformación bajo la nueva propiedad.
Apollo Sports Capital, parte de Apollo Global Management —una firma con más de 600.000 millones de dólares en activos gestionados—, ha incrementado su presencia en el fútbol europeo en los últimos años, con inversiones en clubes como el AC Milan o el Bournemouth. Aunque los detalles financieros de la operación no se han divulgado, se espera que esta inyección de capital impulse ambiciosos proyectos en el Metropolitano y en el mercado de fichajes, manteniendo la identidad rojiblanca.
Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo, pilares del club durante décadas, conservarán un rol minoritario, pero su influencia como dueños absolutos llega a su fin. El anuncio ha generado reacciones mixtas entre la afición: entusiasmo por el respaldo económico y preocupación por la «americanización» del equipo. Ni Apollo ni el Atlético han ofrecido más precisiones sobre el calendario de implementación o los planes a corto plazo.
