El órdago independentista tumba las cuentas públicas y 55 leyes clave, como la ‘Ley Bolaños’ o ‘Ley Begoña’. Moncloa aprueba la senda de déficit a contrarreloj, pero admite: «Derrota segura sería letal en campaña». ¿Elecciones anticipadas o pacto con PP-Vox?
Pedro Sánchez ha tirado la toalla con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2026 tras el ultimátum de Carles Puigdemont: el Gobierno renuncia a presentarlos este año, confirmando una prórroga indefinida que incumple la Constitución por tercer ejercicio consecutivo. Fuentes de Moncloa lo admiten a ABC: las cuentas no llegarán al Congreso en 2025, y el calendario electoral de 2026 –con autonómicas y generales en el horizonte– hace «imposible» arriesgar una derrota cantada que dinamitaría la campaña. «Vamos a sudar la camiseta, pero esta vez va en serio: mejor no forzar», susurran en el Ejecutivo, que ya ha alterado su hoja de ruta por enésima vez.
El detonante: Junts per Catalunya, con sus 7 escaños clave, ha formalizado su ruptura total con el PSOE. La portavoz Míriam Nogueras ha registrado enmiendas a la totalidad a 25 leyes pendientes, vetará las 21 en tramitación y bloqueará las 9 recién aprobadas en Consejo de Ministros. En total, 55 normas muertas, incluyendo joyas como la Ley Bolaños (reforma judicial para desbloquear el CGPJ y fondos UE) o la Ley Begoña (restricción a acusaciones populares en casos de corrupción). «La legislatura queda bloqueada. Sánchez no aprobará ni presupuestos ni nada sin pactar con PP y Vox», sentenció Nogueras en el Congreso, acompañada de sus 6 diputados, mientras Puigdemont tuiteaba desde Waterloo: «Han perdido la oportunidad histórica de cumplir con Cataluña».
El órdago de Puigdemont: «Sin amnistía total y transferencias, todo al garete»
Todo empezó la semana pasada con el anuncio de ruptura: Junts acusa a Sánchez de incumplir los pactos de investidura, como la extensión de la amnistía a «todos los afectados» o más autogobierno. «Han tenido 19 reuniones secretas en el extranjero para que Puigdemont no sea detenido, ¿y para qué? Para nada», ironizó Nogueras. Sin sus votos, el bloque de investidura cae en minoría absoluta (171 escaños sin Junts), y Podemos –con solo 4 diputados– es irrelevante. El resultado: sin PGE 2026, España arranca el año con prórroga de las cuentas de 2024, congelando inversiones y reformas.
En Moncloa, la prioridad ahora es salvar lo salvable: el Consejo de Ministros aprobará la senda de déficit y estabilidad presupuestaria la próxima semana o la siguiente, un trámite «técnico» que no requiere mayorías amplias. Pero sin techo de gasto, el Gobierno navega a vista, y la UE ya avisa: sin reforma judicial antes de fin de año, adiós a fondos europeos. Sánchez, que ayer se reunió con el Sultán de Omán en La Moncloa, esquivó preguntas: «Seguiremos negociando votación a votación, incluso con Junts. Nada ha cambiado».
Impacto letal: ¿Elecciones en 2026 o gran coalición improbable?
El calendario electoral lo complica todo: con autonómicas en mayo y generales en diciembre de 2026, una derrota en presupuestos sería «letal» para el PSOE, admiten en Ferraz. «Mejor prorrogar que perder y dar munición a Feijóo», filtran. Opositores celebran: el PP tilda de «fracaso histórico» a Sánchez, que no aprueba cuentas en toda la legislatura; Vox, de «venganza catalana que pagamos todos».
En X, el caos: #BloqueoJunts trending con memes de Puigdemont como «el rey Midas al revés». Expertos ven dos salidas: pacto exprés con ERC (que exige lo mismo) o –impensable– con PP. Mientras, el Gobierno insiste: «No nos rendimos, pero el órdago nos obliga a ajustar». ¿Sobrevivirá Sánchez sin presupuestos? La legislatura, en jaque mate.






