Harvard acusa a la NASA de ocultar imágenes de un posible «nave alienígena»: Avi Loeb escalda el Congreso por el misterioso 3I/ATLAS

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¿Encubrimiento interestelar o simple burocracia terrenal? El controvertido astrofísico de Harvard, Avi Loeb, ha elevado su cruzada contra la NASA al Congreso de EE.UU., exigiendo la liberación inmediata de imágenes de alta resolución del cometa interestelar 3I/ATLAS, capturadas por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter. Loeb, famoso por teorizar que objetos como ‘Oumuamua eran tecnología extraterrestre, no descarta que este visitante –el tercero detectado en nuestro sistema solar– sea una «nave nodriza alienígena». Pero la NASA lo achaca todo a un cierre gubernamental: «No hay conspiración, solo retrasos presupuestarios».

El detonante: unas fotos tomadas entre el 2 y 3 de octubre con la cámara HiRISE, cuando 3I/ATLAS pasó a 30 millones de kilómetros de Marte. Según Loeb, estas imágenes ofrecen una resolución de 30 km por píxel –tres veces superior a las del Hubble– y una «perspectiva lateral» clave para descifrar la geometría, el brillo y posibles anomalías del objeto. «Son datos científicos extremadamente valiosos», denuncia Loeb en su blog, donde calcula la probabilidad de que sea natural en «menos de una parte en diez cuatrillones». Ha pedido a la congresista Anna Paulina Luna que interpele al administrador en funciones de la NASA, Sean Duffy, para forzar su publicación.

El «cometa» que no cuadra: ¿Desgasificación o motor extraterrestre?

Descubierto en julio por el sistema ATLAS en Chile, 3I/ATLAS viaja a 310.000 km/h en una órbita hiperbólica, confirmando su origen extrasolar. Pero sus rarezas han encendido las alarmas de Loeb:

  • Aceleración no gravitacional: El 29 de octubre, cerca de su perihelio (punto más cercano al Sol), experimentó un impulso inexplicable, equivalente a 0,02 mm/s². Loeb calcula que, multiplicado por 50 días, genera un cambio de velocidad de 86 m/s, suficiente para alinear su trayectoria con la Tierra en diciembre.
  • Brillo azul intenso: Se iluminó de un azul sobrenatural, con emisiones de gas ionizado y un chorro de níquel puro (4 gramos por segundo, sin hierro), inusual en cometas naturales. ¿Emisiones típicas o «propulsores» de una sonda?
  • Trayectoria alineada: Retrograda y casi perfecta con el plano planetario, con una masa «millón de veces mayor» que ‘Oumuamua y baja proporción de agua.
  • Sin cola tradicional: Imágenes del Hubble muestran un «jet» hacia el Sol, no una cola alejada por la radiación solar –¿anti-cola o diseño intencional?

Loeb, en el podcast de Joe Rogan, ironizó: «Es más probable que sea estupidez terrenal que inteligencia extraterrestre», pero insiste en que la NASA oculta pruebas que contradicen su narrativa de «cometa inofensivo». En X, la presión crece: un usuario calcula que el Δv podría acercarlo peligrosamente a la Tierra el 19 de diciembre, mientras otros comparten videos de su «erupción temprana».

La defensa de la NASA: «Shutdown» federal, no aliens

La agencia espacial responde con frialdad: el cierre del gobierno desde el 1 de octubre, por desacuerdo presupuestario para 2026, ha paralizado al 83% de su personal (en permiso sin sueldo). Solo operan misiones críticas como la Estación Espacial Internacional y la seguridad de satélites; el procesamiento de datos científicos, como las imágenes HiRISE, está en pausa. «No hay amenaza para la Tierra: pasará a 240 millones de km y saldrá del sistema solar en 2026″, aseguran. La «activación de protocolos de defensa» fue solo una campaña de astrometría de la Red Internacional de Alerta de Asteroides para refinar mediciones, no un «ataque alienígena».

La comunidad científica mayoritaria avala esta versión: el brillo azul es común en cometas activos; la aceleración, por sublimación de hielos actuando como «propulsores naturales»; y el níquel, por colisiones en exoplanetas lejanos. No es la primera vez que Loeb genera revuelo –con ‘Oumuamua ya lo hizo–, y críticos lo tildan de «sensacionalista». Aun así, la ESA y observatorios europeos intensifican el monitoreo para datos independientes.

¿Qué sigue? Una nube de gas en diciembre podría ser la clave

Loeb predice que, si es natural, 3I/ATLAS debería perder 10% de su masa en una densa nube de gas visible en noviembre-diciembre. Si no, «podría ser un sistema de propulsión». Mientras, el Congreso presiona: Luna ya envió la carta a Duffy. ¿Liberarán las imágenes? ¿O confirmará 3I/ATLAS su origen alien? El cosmos guarda silencio, pero la batalla terrenal –entre ciencia y política– está en ebullición. Manténgase atentos: el visitante interestelar podría revelar más que polvo estelar.

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