El presidente Javier Milei celebra un triunfo «irreversible» en las elecciones legislativas de mitad de mandato, consolidando su agenda de austeridad con un 41% de los votos nacionales y una victoria sorpresa en Buenos Aires. Con 64 nuevos escaños en la Cámara de Diputados —duplicando su representación—, La Libertad Avanza bloquea vetos opositores y avanza en reformas laborales y fiscales, respaldado por el bailout de 40.000 millones de dólares de EE.UU. y la enhorabuena de Donald Trump, quien condicionó el apoyo a este resultado.
Javier Milei ha convertido el «punto bisagra» en un terremoto electoral. Con el 92% de las mesas escrutadas, La Libertad Avanza (LLA) ha cosechado un 40,84% de los votos para la Cámara de Diputados y un 41,5% en la Provincia de Buenos Aires, rompiendo el bastión peronista con una ventaja de apenas 0,7 puntos sobre la coalición opositora (31,64%). El oficialismo suma 64 escaños en la Cámara Baja —de 37 previos a 101 totales—, lo que le otorga un tercio de los asientos y blindaje contra vetos, además de 8 senadores nuevos para un total de 14. «Hoy comienza la construcción de la Argentina grande», proclamó Milei ante miles de seguidores en el búnker de LLA en Buenos Aires, con rock de fondo y un guiño a Donald Trump: «Volvamos a hacer grande la Argentina nuevamente».
La participación, la más baja de la historia democrática argentina (67,92%), refleja apatía en un país con voto obligatorio, pero no ha mermado el respaldo a Milei pese a la recesión y escándalos como la renuncia de José Luis Esperte, candidato en Buenos Aires acusado de nexos narco. El triunfo, superior a las encuestas (que preveían 30-35%), alivia la presión tras tres meses de caída económica (-0,3% mensual) y descontrol del dólar, estabilizado por el rescate de 40.000 millones de dólares de EE.UU., condicionado por Trump a un buen resultado. «Nuestra confianza en él fue justificada por el pueblo argentino», tuiteó el presidente norteamericano, celebrando el «landslide victory».
Milei, que bajó la inflación del 200% al 30% anual y logró superávit fiscal tras 14 años, atribuye el éxito al «miedo al caos peronista» y a alianzas con gobernadores no kirchneristas. Analistas destacan que el 0,3% de crecimiento en agosto y la contención de la pobreza (del 55% al 45%) han consolidado su base, pese a recortes en subsidios, salud y educación que han generado protestas.
De la derrota en septiembre al vendaval en Buenos Aires
El vuelco en Buenos Aires —40% del electorado— es el clavo del ataúd para el peronismo: tras perder por 14 puntos en septiembre, LLA remontó con una campaña outsider que ignoró la polémica Esperte y capitalizó el endorsement de Trump. «Esto confirma la vocación irreversible de cambio», dijo Milei, que lideró en 18 de 24 provincias. En el Senado, LLA suma fuerza para bloquear iniciativas opositoras, como los intentos de revertir vetos a leyes de gasto.
El triunfo allana reformas pendientes: laboral (flexibilización de despidos), fiscal (reducción de impuestos) y previsional (ajuste de jubilaciones), con Milei llamando a un «pacto con el PRO de Macri» para mayorías. Mercados reaccionan al alza: el «country risk» cayó 200 puntos preapertura, y el peso cripto ya sube 5% en plataformas locales.
Sin embargo, disputas internas persisten: las renuncias del ministro de Exteriores y Justicia la semana pasada exigen un remanejó inminente, aunque Milei minimiza: «Menos de lo esperado, pero cambios sí». Críticos peronistas lo tildan de «victoria pírrica» por la abstención récord, que oculta un electorado «desengañado con la motosierra».
El impacto global: ¿despegue o burbuja trumpista?
«Diagrama de resultados: distribución de escaños pre y post-elección (basado en datos oficiales CNE).» Estratégicamente, el resultado fortalece la disuasión contra el «comunismo» que Milei combatió en campaña, y asegura el flujo de ayuda yanqui: Trump, que ya envió 20.000 millones en swaps cambiarios, promete más si se profundizan deregulaciones. Expertos como Gustavo Córdoba (Zuban Córdoba) ven en esto un «miedo al pasado»: votantes prefieren austeridad dolorosa a hiperinflación recurrente.
En X, el hashtag #MileiLandslide acumula 500.000 menciones, con memes de «chainsaw vs. peronismo» y debates sobre si el triunfo es «orgánico o importado». Opositores como el kirchnerismo llaman a «unidad contra el ajuste», pero su 31% evidencia fragmentación.
Este «despegue definitivo», como lo llama Milei, no es solo números: es un mandato para dos años de cirugía económica, con Trump de muleta y el peronismo en jaque. En un país de ciclos eternos, esta midterm podría ser el inicio de la «Argentina irreversible» —o el preludio de una burbuja que estalle si el crecimiento no llega a las urnas de 2027.






