Los niños bien merecieron un «asalto» al Congreso de los Diputados

0
998
Publicidad

Se ha cumplido una semana desde nuestra visita al interior del Congreso de los Diputados con la finalidad de defender el futuro de España, hoy amenazado con las políticas genocidas de toda la porquería de políticos que gestionan nuestro dinero desde La Moncloa, desde gobiernos autonómicos, desde Diputaciones, y por supuesto desde los Ayuntamientos y sus alcaldes, que son hoy en día los responsables de separar a los pequeños de sus padres a través de Servicios Sociales (y no por orden judicial como siempre se hizo en España).

Estuvimos dentro, sí, dentro. Nos escucharon algunos diputados en los pasillos y otros en una ostentosa sala de reuniones donde rezumaba en sus paredes y techo la grandiosa historia de una nación como la nuestra, hoy en declive y destrucción por mandato y consentimiento de todos los mal llamados representantes del pueblo español.

Fue el 15 de octubre de 2024. Mientras un reducido grupo de ocho personas entramos a plantear el hartazgo de la sociedad ante los diputados de Vox, con Jorge Campos al frente, que fue la única formación que se sentó junto a nosotros, más de quinientas personas se manifestaban en la calle pidiendo respeto y honor a lo que más se quiere en la vida, que son los hijos. Los otros partidos, los más cobardes, no se sentaron pero nos escucharon como procede en estos casos, ya que en el recinto de Las Cortes es fácil toparte con ellos en los W.C. donde acuden a hacer «sus necesidades», así como en la cafetería donde una taza de cafeína les cuesta a Sus Señorías 0,30€, cinco veces de lo que pagamos los sufridos contribuyentes en bares y cafeterías de España.

Fuimos a las Cortes a «asaltarla» porque los niños bien merecen ese gesto en defensa de sus derechos. Hicimos historia gentes llegadas desde toda España. Hubo quien cogió vuelos en Palma de Mallorca aquella misma mañana para estar en Madrid, otros cogieron el AVE a primera hora en Murcia, Sevilla, Córdoba o Ciudad Real. Hubo quienes condujeron sus vehículos desde Lérida, Bilbao, Zamora, Badajoz, Alicante y Almería toda la noche para estar reivindicando un derecho que todos los colores políticos de España están violando a través de Ayuntamientos gobernados por todos ellos.

Servicios Sociales de todos los Consistorios han conseguido el gran negocio soñado por los ediles locales, quizás por ello callan y siguen a rajatabla las órdenes que dimanan desde La Moncloa, separando a niños de sus padres con informes de dudosa credibilidad o buena fe, ya que cada criatura separada de sus padres, abuelos y hermanos supone una cantidad que ronda inicialmente los 70.000 euros, más los ingresos mensuales que oscilan según cada caso entre los 3.500 y 9.000 euros por niño. Eso de AY-UNTAMIENTO se ve más que nunca con las políticas sociales que se están convirtiendo en un genocidio en toda regla. Y los alcaldes, permítame que sea así de duro, son los máximos responsables pues ellos son los jefes de ese departamento que está destrozando a docenas de miles de familias de España.

La pregunta que nadie supo responderme fue: ¿Los políticos os preocuparíais de los niños, desde aquí y desde vuestros alcaldes, si no hubiese esas cantidades de por medio?. Evidentemente, el «amor» de los políticos a los niños es el dinero que llega desde Europa y que aquí en España sirve para destrozar familias y enchufar en cada pueblo a los lameboinas del alcalde de turno. Nada harían si no fuera por «la pasta»

Miles de niños sustraídos de los brazos de sus familias, cientos de suicidios cada año en esos centros de menores donde los niños no ven mejorar su educación, higiene, salud, condiciones , intimidad y libertad. Muchos de quienes se quedan en la calle al cumplir la mayoría de edad cuentan las atrocidades que han sufrido, violaciones y malos tratos incluidos. Esto, queridos amigos, es un guión de película de terror propio de otros genocidios que hemos vivido nace menos de un siglo en el planeta.

En el año 2024 no podemos permanecer pasivos ante la aniquilación del futuro de un país, pues entre esos niños maltratados y vilipendiados podríamos estar truncando la vida al cerebro que solucione una enfermedad mortal, o podríamos tener al mejor presidente del gobierno de España entre ellos, o ¿por qué no?, al mejor Papa de la Iglesia Católica. Quienes ahora tienen vara de mando y son culpables de la actual situación, de haber sufrido lo que ahora padecen estas criaturas, jamás hubiesen llegado siquiera a soñar con llegar donde están, dígase políticos, dígase jueces, dígase fiscales, dígase cuerpos y fuerzas de seguridad….o dígase asistentes sociales, muchas de ellas con sus manos manchadas de sangre con lo que están haciendo. Estoy convencido que quienes se están lucrando participando en este genocidio pagarán muy caro la barbarie que están cometiendo.

Por eso fuimos al «asalto» del Congreso. Es probablemente uno de los días donde mi satisfacción personal fue insuperable por hacer lo que se debe hacer como ciudadano. Soy un español que puedo mirar a los ojos a cualquier político y decirle que siempre cito en mis intervenciones, y que es sencillo de recordar. Los políticos son nuestros empleados, y hoy por hoy están aniquilando lo construido y se están cebando en destruir el futuro. Y los dueños de esta finca llamada España, que somos los ciudadanos que les pagamos al final de mes, no lo vamos a tolerar por mas tiempo.

Los niños no se tocan, y si se tocan, es para ayudarlos e instruirlos a ser los más grandes dentro de una España gloriosa ante el mundo, justo lo contrario a lo que están haciendo la podredumbre política sufrimos y que, por supuesto, no merecemos.

Pepe Martín.

Publicidad

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí