Sin querer queriendo hemos llegado al tercer capítulo (de momento) de esta serie del “Pa cuando” y digo de momento porque este asunto rezuma y destila tal cantidad de ignominia, indignidad y ruindad que no admite comparación alguna con otros que hemos ido comentando, delatando y denunciando desde hace años. Atentar impunemente contra los derechos fundamentales de niñas, niños, ancianas y ancianos en situación de pobreza denota claramente el envilecimiento y degradación de parte de nuestra sociedad.
Es esa parte abyecta y despreciable que se cubre con piel de cordero, comete toda clase de tropelías, excesos y abusos pensando absurdamente que los demás estamos ciegos, sordos y mudos. Ni estamos mudos, ni somos sordos ni estamos ciegos. Vemos, oímos y hablamos gracias a nuestra libertad y con ella estamos y estaremos hasta el fin de nuestra existencia, es mas, me atrevo a decir que seguiremos con ella vayamos donde vayamos.
Nuestra libertad no nos pesa, no nos oprime, no nos abruma. Al contrario de lo que le ocurre a esa otra parte subyugada por la esclavitud del dinero, del poder, del engaño y de la mentira permanente. Nacemos libres y estamos obligados a mantener esa libertad al menos hasta nuestra muerte. Es un tesoro que toma el valor que tiene únicamente cuando se pierde.
Volvamos no obstante a la realidad cotidiana. Quien haya tenido la oportunidad de leer los dos fascículos anteriores habrá comprobado que una sencilla y modesta pregunta sobre una fundación inexistente pero de obligada existencia, despertó una vorágine de amenazas y supuestos insultos y desórdenes…
Así cuando el Alcalde le dijo al consejero Villarroel “Usted no sabe de que está hablando”, dejó bien claro que él si sabía lo que estaba preguntándole… ¿Porqué cortesmente no le contestó?… ¿Que secreto a voces pretende soslayar?… ¿Porqué hay decenas y decenas de preguntas formuladas en los plenos municipal y vecinal que no se han contestado?…
¿Acaso son todos “temas reservados” que atentan contra la seguridad nacional?… No lo son ¿verdad?, entonces… es la falta de buen gobierno, la falta de transparencia y cuando no hay transparencia aparece la corrupción de forma inevitable, la carencia de una conlleva la abundancia de la otra.
En esa ocasión fue la Fundación Ruzafa, pero no es la única que navega por ese mar del confusionismo, está acompañada (mas bien precedida) por la Fundación Cortés-Roig, con mas de veinte propiedades perdidas para los pobres, con propiedades que cambian de propietario de la noche al día, con un panteón convertido en fosa común, con ingresos disfrazados de donativos, con deudas inexistentes… pero eso sí, con una guardería, con un colegio concertado y un geriátrico privado camuflado, que cantan como la Parrala.
¿Indica todo ello por parte del colectivo responsable de su control y correcto funcionamiento de una falta de ética, de moral, incluso de vergüenza? No, lo que advierte es de una falta total de transparencia y con ello apercibe de la correspondiente corrupción.
Y los niños y ancianos pobres de Benidorm ¿Pa cuándo?… ¡Pa ya!… ¡Se está tardando!.
José Antonio Corachán Marzal
